sábado, 8 de agosto de 2009

Gaza sin anestesia

Imaginen si Argentina fuera un país con miles de argentinos en posiciones muy influyentes en todo el mundo, atentos a cualquier crítica y cuyos actores de esa crítica pudieran ser catalogados automáticamente miembros de alguna ideología impresentable.

Eso es el Estado de Israel. Se debería distinguir siempre cuando se habla de judíos y cuando de un país llamado Israel.

De Irán se sospecha que puede llegar a producir la bomba atómica en algún momento. Israel hace décadas que la tiene y lo omite, ante la ausencia de todo reclamo al respecto. En 1973, en la guerra de Yom Kippur, cuando las cosas se le pusieron feas, los misiles que cargan esas bombas entraron en fase de activación. Las iban a usar.


No hace falta negar el Holocausto para pararse en forma crítica ante los hechos que como Estado, Israel cometió. Sino deberíamos sospechar que el Holocausto es un crédito a futuro para que Israel no sea juzgado por sus actos. Tampoco asumirlos como dueños de la verdad a través del dolor.


Hay pueblos que ni siquiera quedó uno para contar su Historia. Los Charrúas, para no andar viajando lejos.

El siglo XX se deberá reescribir. Sin negar nada pero sí poniendo todo sobre la mesa. 

Hoy los medios nos han enseñado más que nunca que los demonios son su invento. Ahora podemos ver más claro, y deberán pasar unas generaciones aún para verlo mejor, que Hitler cagaba y meaba, que a Stalin muchas veces se les paspaban los huevos. Ninguno de los dos olía a azufre. Hombres con poder extremo. 

Hoy hay muchos que ni siquiera les conocemos las caras, con sus culos en oficinas corporativas.

El alemán que estaba en Stalingrado cagado de frío peleaba por sus compañeros y por Alemania, como lo hicieron los argentinos en Malvinas, que tampoco lo hicieron por Galtieri.

Perspectiva y cuestionamiento. No está mal. ¿Acaso nosotros no estamos cuestionando la historia de estos tiempos que se lee en Clarín? Imaginen a algún Mitre dentro de 50 años escribiendo la Historia Argentina a partir de los que hoy escribe La Nación.

Ariel Sharon en 1982 exhortó a los judíos argentinos a negarse a ir a Malvinas. Raro, porque fue una guerra que en parte la peleamos con armamento israelí, vendido a la Junta Militar, la que algunos tildan de nazis pero que en realidad era una banda de sinvergüenzas. 


Denel Cheetah (Ex Mirage IIIE) de la Fuerza Aérea Sudafricana e IAI Finger (Ex IAI Dagger ) de la Fuerza Aérea Argentina. Ambos aviones modernizados con electrónica israelí de telemetría y radar, en los años del apartheid y la dictadura militar en los respectivos países, ambos con embargos de ventas de armas por graves violaciones a los derechos humanos. 

 
Eran los tiempos que Israel construía un helicóptero militar con los blancos sudafricanos, un helicóptero mata negro.

Israel no es peor a EEUU, a Francia, a Alemania, tampoco es mejor, es un país más con sus intereses y circunstancias. Como tal puede ser juzgado a través de la opinión por cualquiera que sienta que sus actos son criminales.

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