Está allí, cautivo de la misma iglesia del contrarrevolucionario Obispo Orellana, quien zafó de ser fusilado con Liniers por la impunidad que da, casi siempre, la sotana. La misma que se alineó con Rivadavia y abandonó a San Martín en su lucha por la independencia. La misma que bendijo las armas y los aviones del '55. La que festejó el Bombardeo a la Plaza de Mayo. La de 1976. La de ahora.
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Que nos devuelvan a San Martín o que la Catedral pase a ser un panteón laico, nuestro Invalides y llevemos a los que han sido dignos en nuestra Historia.
La iglesia y el Golpe de Estado cívico-militar de 1955 al gobierno democrático de Perón
Audio: reportaje de Felipe Pigna: Verbitsky, Musante, Torello, Goyeneche - Programa "El espejo retrovisor" - Canal 7
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