lunes, 12 de abril de 2010

2002: Año de la "SOJA SOLIDARIA" de Chiche Duhalde


AÑO 2002: Chiche Duhalde nos quería hacer comer soja a toda costa mientras su marido le licuaba el pasivo a los de Clarín, sojeros si los hay. Clarín le agradecía con este apoyo:

 

Esto que sigue es de lo que ni Clarín ni Chiche Duhalde alertaron: 

La Asociación de Productores de Siembra Directa, los semilleros de soja argentinos, los Boys Scouts, los rotarios, la mediática Lita de Lázzari, puntal de la dictadura militar, así como Juan Alemann y la empresa norteamericana Monsanto, que "está con la Argentina" como reza la publicidad que sistemáticamente otorga a los programas progresistas o "de izquierda" del dial argentino, han lanzado una campaña bautizada "Soja Solidaria" para dar de comer a los hambrientos.

Sospechosamente, la publicitada panacea llega de la mano de quienes han usufructuado o provocado, según los casos, la presente situación de hambre. Porque el hambre tiene que ver con la desocupación y la desocupación con la expulsión de trabajadores rurales y pequeños agricultores, todos ellos "eliminados" a través de "la economía de escala", como se la llama capciosamente para enmascarar el uso de los "paquetes tecnológicos" programados para grandes superficies ("agroindustriales"). El expulsado abandona el campo y languidece en los suburbios. Y quienes se quedaron con su terruño, quienes prescindieron de sus brazos se acercan ahora, para darle porotos, y llenarle la panza...

Estos “cruzados” hablan de "enseñar a comer". Porque históricamente, la soja es totalmente ajena a nuestra dieta alimentaria (salvo entre los vegetarianos). Como si los que pasan hambre no supieran cocinar y comer. Y comer variado, como es lo históricamente real en la Argentina. Con esta actitud pedagógica logran ubicar a pobres e indigentes en la condición de ignorantes. Los subalternizan un poco más de lo que ya están por la desocupación y el hambre. Los hambrientos son sometidos así a la condición de alumnos primero. Un nuevo disciplinamiento para alejar toda rebeldía.

Los personeros de la "Soja solidaria" dicen ofrecer EL 1 ‰ de sus cosechas. Si la solidaridad que proclaman fuera veraz, podrían entregar EL 1 ‰ de sus tierras, en lugar de los porotos.

La soja que se produce en el país es en más de un 95% transgénica. La soja transgénica no es igual a la soja clásica y ni siquiera es igual a la convencional (producida con agroquímicos). Tiene otros tenores de aminoácidos, de isoflavonas y de otros componentes. Jorge Kaczewer, médico y analista de las investigaciones al respecto, resume los rasgos de la soja GM así: "las cualidades positivas de la soja disminuyen en la transgénica; los defectos propios de la soja, se acentúan en la transgénica".

El 99% de la soja que se produce en el país se exporta. Justamente porque no está incorporada socialmente a la dieta del país. Una mitad aproximadamente va a los mercados de consumo del este y sudeste asiático, para humanos. Otra mitad va primordialmente a Europa, como forraje.La soja que se ofrece a los indigentes y pobres del país es la más barata. Es la forrajera. La que se exporta para cerdos y vacas europeas. Esa soja puede contener legalmente, hasta cien veces más restos agroquímicos que la destinada al consumo humano (20 ppm de glifosato en forrajeras contra 0,2 ppm en soja para consumo humano).

En el Lejano Oriente, el 95% de la soja se consume fermentada. Apenas un 5% se la consume cocida (o cruda). Los distintos procesos de fermentación aprendidos por chinos y japoneses durante milenios les han permitido hacer una soja más digerible. En consecuencia, el recetario de "la panacea argentina", que es casi todo sobre la base de soja cocida, desconoce los serios inconvenientes de esa forma de consumo. La ignorancia será pagada por los cuerpos de los pobres que ahora se quiere alimentar a soja.

En el encuentro nacional para un "Plan Nacional de Alimentación y Nutrición" de JULIO DE 2002, cientos de nutricionistas y médicos pediatras convocados para definir lineamientos establecieron "Criterios de incorporación de la soja" En el documento resumen del encuentro se señala que: "Se recomienda no denominar a la bebida obtenida de la soja como «leche» pues no la sustituye de ninguna manera y desaconsejan el uso en niños menores de cinco años y especialmente en menores de dos años."

Las disposiciones transcriptas han sido sospechosamente ignoradas por la campaña de "Soja solidaria" y sus voceros como Clarín Rural y las organizaciones rurales pertenecientes al complejo sojero. Pese a que se trata de resoluciones dimanadas de una convocatoria del gobierno nacional argentino, no de una liga de ecologistas fundamentalistas o críticos irreductibles.

La Argentina se ha caracterizado por tener una dieta relativamente variada, fruto de la feracidad del suelo. No sólo los ricos, también los pobres comían carne, verduras, cereales en muy diversas formas. Asados, ensaladas, guisos, pastas, empanadas, cremas, pan, pizza, quesos, frutas, no eran exclusivos de las clases altas. ¿Por qué este rediseño alimentario según el cual los ricos seguirán comiendo lo tradicional y los pobres tienen que aprender a comer soja y hacer de ella su alimento básico?

Ya se empieza a ver el daño de la campaña "Soja solidaria". No todavía el daño físico, pero sí ya el daño mental o ideológico: existen madres pobres e ingenuas que han suspendido el amamantamiento para dar a su querido bebe "lo mejor, leche de soja", aceptando a pie juntillas la propaganda del complejo sojero (registrado en hospitales del Gran Buenos Aires). ESTE TIPO DE EPISODIOS MUESTRA EL ALCANCE DEL LAVADO DE CEREBRO EN MARCHA. PUEDE SER UNA “BOLA DE NIEVE” QUE APENAS HA EMPEZADO A MOVERSE.

Los que tienen el poder son conscientes de los límites del planeta aunque no lo confiesen. Por eso están decididos a rebajar la calidad alimentaria de "los demás", de "los que no cuentan" (jamás la propia, aunque el consumo de los ricos per capita multiplique en varias decenas el de los pobres). Por eso están igualmente decididos a "redimensionar", jamás los lujos propios sino las necesidades ajenas. No confiesan tampoco qué significa redimensionar o en qué termina: reducción de la población.

Si la sociedad argentina no sabe defenderse de esta nueva ofensiva de los centros de poder, será cada vez más "funcional". Funcional al poder vigente, no a la vida.

Fuente y nota completa: "Soja solidaria" y sometimiento - Luis Sabini Fernández

DOSSIER SOJA

Estas cosas de las que nos olvidamos tan rápido, nos ayudan a entender que pasó realmente en el 2008, el por qué de la reacción y la manipulación de la opinión pública en favor de los sojeros en las rutas.

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