Si nos nombran a Hitler, que era austríaco, pensamos en Alemania. Nos dicen Austria y pensamos Viena y el Vals. No pensamos en Mauthausen.
Ni de lo que pasaba adentro, pensamos en el vals.
Campo de concentración de Mauthausen, a 20 Km de Linz, ciudad donde Hitler pasó su juventud.
Hay pueblos a 300, 500, 700 metros y la ciudad austríaca de Mauthausen queda a 20 cuadras del campo. Imposible no haber escuchado a la muerte.
Hace poco los austríacos se dieron el lujo de buscar su representación política en Haider, un político de extrema derecha que encontró la muerte a bordo de un Mercedez Benz alemán.
La candidata que da miedo a Austria
Apodada la " madre del Reich " por la prensa, Barbara Rosenkranz, la elegida del Partido de la libertad concurre para la elección presidencial del domingo.
Ahora apareció Bárbara Rosenkranz. Tal vez, como Hitler, de joven quiso ser pintora y la Academia de Bellas Artes de Viena la rechazó. Lo hicieron con Hitler y se pudo comprobar que era un hombre que tomaba muy mal ser rechazado.
Austria tuvo la dicha de no quedar pegada a Hitler. Invadida por los rusos al final de la guerra, recibió la bendición de no quedar bajo la órbita soviética en la posguerra. ¿Será que se siguen sintiendo con suerte?
Fuente del recorte: Le Figaro.fr
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