Ya se comió dos jueces la señora. Eso es Poder. Dos adopciones impresentables y ocho años de proceso. Gastos millonarios del Poder Judicial. Dos abuelas que llegan al fin de sus días sin conocer a sus nietos. Dos adultos de 34 años con claros problemas de comportamiento, que podrían haber conocido su origen cuando eran menores de edad, cuando estaban a tiempo, porque ocho años es sobre lo actuado por la Justicia, pero las Abuelas hace más de 25 que se los reclaman.
¡Qué poder! Excede esa visión de la villana que nos llega en las películas. Nos parecería exagerado el guión.
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