Revista Hum(R) Nº 92 - $ 38.000 - Octubre de 1982 - Mandando fruta desde un aviso publicitario de COLOM HOGAR cuyos dueños merecen un reconocimiento*
García Meza y sus secuaces
Luis García Meza Tejada, nació en La Paz el 8 de agosto de 1929, Dictador y Presidente de facto de Bolivia luego de un sangriento golpe de estado el 17 de julio de 1980, derrocando a su prima la Presidenta constitucional interina Lidia Gueiler Tejada, evitando la posibilidad de que el Dr. Hernán Siles Zuazo, que 18 días antes había ganado las elecciones presidenciales con el 34% de los sufragios, fuese nuevamente presidente de la república.
En el golpe de estado, participaron paramilitares reclutados por Klaus Barbie (que utilizaba el apellido Altman) y el miembro de la operación Gladio, Stefano Delle Chiaie. Paramilitares como Joachim Fiebelkorn y Ernesto Milà tuvieron implicación en el golpe.
Klaus Barbie, el carnicero de Lyon, previo a Bolivia había trabajado para la CIA en los '50
EL neofascista italiano Stefano Delle Chiaie, contratado por el Ministerio de Defensa y asignado al Ministerio del Interior en abril de 1980 con el nombre de Ramiro Fernández, era estrecho colaborador de Arce Gomez y tenía a varios terrorista alemanes, franceses e italianos a sus órdenes, como Maurizio Giorgi y Pierluigi Pagliai.
El neonazi Joachim Fiebelkorn, era instructor militar en Santa Cruz y al mismo tiempo organizaba el servicio de guardia de Roberto Suárez Gómez, el narco más grande que ha tenido Bolivia. Usaba un uniforme negro nazi durante las veladas de gala de los oficiales bolivianos y su punto de reunión era el restaurante Bavaria en Santa Cruz, fue ahí mismo donde se gestó el golpe de Luis García Meza en contra de la presidenta Lidia Gueiler.
También estaban presentes Herbert Kopplon (ex SS), Hans Juergen, Manfred Kuhlmann, Napoleón Leclerc y Hans Stellfeld. El abogado y consejero político de Hugo Banzer, Adolfo Ustarez, alguna vez les ordenó: “debemos matar a todos los comunistas” durante la represión banzerista. Luego sería elegido Contralor de la República.
También estaban presentes Herbert Kopplon (ex SS), Hans Juergen, Manfred Kuhlmann, Napoleón Leclerc y Hans Stellfeld. El abogado y consejero político de Hugo Banzer, Adolfo Ustarez, alguna vez les ordenó: “debemos matar a todos los comunistas” durante la represión banzerista. Luego sería elegido Contralor de la República.
Los enemigos de Evo Morales hoy son los mismos enemigos de Bolivia de siempre. Partidarios de Marinkovic a puro nazismo explícito.
Luego fueron usados por García Meza para eliminar a intermediarios del comercio de la cocaína, pues el Presidente quería tener todo el control. Y lo tuvo. Se hicieron llamar como el Grupo Comando Especial Novios de la Muerte* y muy comprometidos con el Plan Cóndor, el sistema de intercambio de información y represión entre los gobiernos dictatoriales en Sudamérica.
La represión y la corrupción no pudieron evitar las luchas internas entre diferentes facciones militares. Estas luchas llevaron a que el 4 de agosto de 1981 García Meza renunciara para acceder al poder el General Celso Torrelio Villa. En julio de 1982 el sector militar que respondía a García Meza volvió a intentar un golpe de estado fallido, que provocó la caída de Torrelio Vila y su reemplazo por el General Guido Vildoso Calderón, con el mandato de comenzar a organizar la transición hacia un régimen democrático. Los tiempos se aceleraron cuando el 17 de septiembre de 1982, una huelga general convocada por la COB puso al país al borde de la guerra civil.
La dictadura militar colapsó y el poder le fue entregado a un Congreso Nacional conformado según la composición de 1980, que decidió considerar válidas las elecciones de 1980 y designar en consecuencia a Hernán Siles Zuazo como presidente.
La dictadura militar colapsó y el poder le fue entregado a un Congreso Nacional conformado según la composición de 1980, que decidió considerar válidas las elecciones de 1980 y designar en consecuencia a Hernán Siles Zuazo como presidente.
García Meza y sus colaboradores fueron juzgados en la Corte Suprema de Justicia de la Nación boliviana por los delitos cometidos durante su dictadura y finalmente sentenciados el 21 de abril de 1993. El actual alcalde de La Paz, Juan del Granado, fue una figura clave en enjuiciar a Luis García Meza. Luis García Meza estuvo presente en Chuquisaca para declarar en el juicio, pero huyó cuando se hizo pública la denuncia del robo de los diarios del Che en 1989.
Permaneció fugitivo de la justicia boliviana hasta su captura en Brasil en 1994 donde vivía con una identidad falsa. Fue extraditado a Bolivia en 1995 y encarcelado el 15 de marzo de ese mismo año. Actualmente cumple su condena en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro en Bolivia
Un reo privilegiado de Chonchocoro
Por Edwin Miranda/La Paz para El Deber de Santa Cruz - 17 de Julio de 2000
Tiene una imprenta y otros negocios que le permiten vivir bien. Los policías de la cárcel le llaman "el león dormido". Su celda, que costó 20 mil dólares, tiene gimnasio, comedor propio y jardín.
Es el hombre más poderoso de Chonchocoro y todos lo saben, Los policías lo llaman "el león dormido", por el ímpetu que aún muestra a su edad. Ríe pocas veces, habla con serenidad y es común en él dirigirse a la gente con energía y firmeza, testimonian los guardias del penal paceño. Luis García Meza, el último dictador de los bolivianos, cumple su sentencia de 30 años sin derecho a indulto en una celda especialmente construida para él.
Dicen que el recinto especial le costó al Estado unos 20 mil dólares. En la prisión, el ex presidente de facto tiene todas las comodidades. Desde un gimnasio bien dotado y un comedor propio, hasta un jardín pequeño para tomar el sol cuando puede. Pese a la fortaleza que aparenta, su aislamiento y problemas cardiovasculares parecen haberlo deteriorado en las últimas semanas. Hasta ahora tiene dos operaciones del corazón.
Dicen que el recinto especial le costó al Estado unos 20 mil dólares. En la prisión, el ex presidente de facto tiene todas las comodidades. Desde un gimnasio bien dotado y un comedor propio, hasta un jardín pequeño para tomar el sol cuando puede. Pese a la fortaleza que aparenta, su aislamiento y problemas cardiovasculares parecen haberlo deteriorado en las últimas semanas. Hasta ahora tiene dos operaciones del corazón.
"El hombre está más viejo cada minuto, hora, día y mes que pasa", revelan los policías que lo custodian. Con una dieta alimenticia especial, las visitas que recibe los jueves y domingos son generalmente las de sus hijos y, ocasionalmente, la de su última esposa, una bella joven brasileña. Pese a estar preso, no deja de manejar sus negocios particulares, a través de algunos familiares. Posee una pequeña imprenta y otras actividades económicas que le reportan buenos dividendos, se informó en Chonchoro. Hasta hace unos meses tuvo de asesor personal a un prominente intelectual uruguayo. Era la única persona que entraba y salía de su celda, pues hoy nadie lo hace. El extranjero, detenido por el delito de narcotráfico, manejó durante buen tiempo sus asuntos personales. Con la ayuda de él logró terminar su libro, una memoria histórica que espera imprimir pronto.
En la cárcel parece gozar de respeto. Los policías le hacen reverencia cuando rara vez asoma su humanidad a la población del penal. "Todos se dirigen a él como mí general!", aseguran guardias de Chonchocoro. Juan Carlos García Gómez, el ex jefe del DOP durante el régimen garciamecista, que también está preso, concuerda con esa impresión. "García Meza nunca perdió autoridad en la cárcel. Por lo menos yo voy a respetarlo siempre como un ex Presidente y general del país", sostiene. Carlos Valverde N., otro ex policía del régimen, tiene similar sentimiento. "Como cualquier general, ha asumido la responsabilidad del golpe".
Fotos de la celda: El Tiempo.com
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