Ingrid Betancourt era candidata a la presidencia de Colombia cuando la capturaron las FARC. Se habla de secuestro pero también que Colombia está en guerra con las FARC, por lo cual Betancourt pasó a ser prisionera de uno de los bandos de esa guerra.
¿Cómo hubiese sido su presidencia?
Luego de estar media docena de años en cautiverio en la selva, alguien signado por el destino reservado a los estadistas tendría en esos años la base filosófica con la cual gobernar y guiar el destino de su pueblo. Los 13 años de cautiverio del Pepe Mujica en Uruguay por ejemplo, que además de ser el doble ese tiempo fue mucho más medieval que el de Betancourt.
Pero a Ingrid Betancourt no le pasó. Como todo burgués que de golpe y por un buen rato ve perdido sus privilegios, regresar a ellos se convirtió en su meta inmediata. Baños de lujos, de playas de altas expensas, sin que sepamos bien si era francesa o colombiana.
La niña rica no dejó de ser lo que era. Nunca tuvo lo necesario para ser estadista. Que pudiera llegar a la presidencia de Colombia, hoy los hechos lo demuestran, muestra el perverso manipuleo de los medios, los privilegios de clase, la superficialidad del neoliberalismo a la hora de los candidatos, que catapulta actores sociales hacia los máximos cargos para los cuales no tienen el cuero suficiente para la puja de intereses, sobre todo si anteponen los personales.
De la selva no salió una Aung San Suu Kyi ni un Gandhi, porque tampoco entró una Aung San Suu Kyi o un Ghandi.
Sin entrar a analizar por qué y para qué lado disparan, me quedo con las convicciones de colombianas como éstas:
No hay comentarios:
Publicar un comentario