Este es de esos monstruitos siniestros que vienen cagando al país hace años. Es de los cavallos, los grondonas, los solanet, los redrados. Pasan los años y siguen estando, siempre haciendo brillantes negocios personales en cualquier gestión que se involucren. Tipos que deberían estar todos presos, por justicia y por salud pública.
Este particularmente en el 2003 se fue a cuarteles de invierno, sin mucha aparición pública, a disfrutar de todo lo obtenido con sus lobbies en la Industria. Primero con Cavallo y De la Rua en grandes actos en el Salón Blanco uno por cada rubro de la Industria. Luego del 2001, de la mano de Duhalde y la pesificación asimétrica, entre otras muchas más cosas, nos hizo pagar a todos la nueva impresora GOSS de Clarín de 60 millones de dólares hoy instalada en la planta de la calle Zepita. Es nuestra esa máquina. Y el papel que pasa por sus rodillos ni te cuento. A desalambrar.
Recorte: El Argentino
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