A comienzos de los '70 una antigua amistad de mis viejos nos paseaba en su yate por el Delta. Ya estaban los barcos de la naviera Mihanovich oxidados a los costados del río. Mónica Cahen d'Anvers nos daba las noticias por Telenoche en Canal 13 y era Mónica Mihanovich. Tal vez por eso siempre recordé el nombre del dueño de los barcos.
Al haberme criado en los '60, una década entreguista con Álvaro Alsogaray y Krieger Vassena asegurando la fuga de riquezas, pero con la matriz que Perón era caca, la visión de los barcos me convencía que alguna vez Argentina había sido un mejor país al que estaba transcurriendo mi niñez, al mismo tiempo mis preconceptos antiperonistas de cuna me impedían colocar ese gran país en los años de Perón, aún siendo la década del '45 al '55 cuando mayor cantidad de barcos se habían adquirido al extranjero y fabricado en el país.
Pero de esto no hablaba el diario de ayer, el Clarín que llegaba a casa, que fijaba en Frondizi la idea de un país industrial, salteándose la década del gobierno más popular del siglo XX en Argentina. Luego le pasaba la posta al diario La Nación, con más años de pasquín para hablar del pasado, con el ejercicio de Bartolomé Mitre de habernos contado como fue nuestra historia en los colegios, para clavarnos en el colectivo que el gran país fue en los '20. Para esos hijos de puta sí, claro. La virtud fue convencernos que fue así para todos.
La historia empresarial del yugoslavo Nicolás Mihanovich y el asturiano José Menéndez es notable. Pero para esos años '20 con más de 70 años vende su parte al magnate naviero inglés Lord Kylsant. A los obreros les bajaron el sueldo y se acabó el paternalismo de Nicolás. Su hijo Pedro renunció a la presidencia delegada por Nicolás, quien murió en 1929 sobreviviendo a sus cuatro hijos varones. Lord Kylsant continuó usando Mihanovich como marca pues era muy respetada, como la inglesa Cadbury con el Mantecol. Alberto Dodero, quien la nacionalizó en 1942, le puso su nombre. En 1949 pasó al Estado.
Un nieto de Alberto Dodero, llamado Alberto Dodero escribió un libro que se titula “Argentina. Los años dorados (1889-1930)”. Claro, para una familia naviera que mejor que un país que exportaba materia prima y traía esclavos a los conventillos, todo en barco.
Hoy, que el turismo es una de las nuevas industrias, en el Delta se construyen barcazas para transporte de vehículos, catamaranes de turismo y lanchas sanitarias entre otras. El "Almanza Supply" fue botado hace poco por la Presidenta para operar en Tierra del Fuego:
El "Quo Vadis" navega desde el 2008 en El Calafate:
Los fabrica Unidelta S.A. en Tigre. Su oficina de ingeniería empezó a funcionar en esos años que yo paseaba por el Delta. El astillero se instaló en 1992. Soportaron los '90. Hoy podemos recorrer sus embarcaciones en UNIDELTA S.A.
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