Domingo López Delgado
Domingo López Delgado leía los periódicos uruguayos con inquietud. Era muy joven, aún sin edad suficiente, pero quería partir ya a liberar a Francia de la bota nazi. La efervescencia de su juventud, su amor a la libertad de los hombres, su simpatía con Francia y la ingenuidad en que cae uno cuando las promesas de aventuras no cuentan lo de la sangre y los excrementos lo llevaron a anotarse en las oficinas de reclutamiento para la Francia Libre que funcionaba en Uruguay.
Debió esperar un tiempo de averiguación de antecedentes y luego recibió el pasaje en barco hacia Londres. Allí, en una oficina de la Legión Extranjera se alistó por 5 años y pasó la Navidad de 1941 en Inglaterra.
Asignado a las 13 Semi brigada de la Legión Extranjera, 13e Demi-Brigada de Légion Étrangère, 13e DBLE, "La Trece", partió a Palestina a comienzos de 1942. Esta media brigada estaba compuesta en gran parte por republicanos españoles e incluso alemanes reclutados antes de la guerra y que habían decidido que su patria era la Legión, Legio Patria Nostra,incluso cuando se les dio la oportunidad de elegir en esos días donde los legionarios tuvieron que optar por Vichy o De Gaulle, en decisiones individuales. Luego vendría la batalla fraticida en Siria, legionarios contra legionarios, donde el 6º Regimiento de Infantería de la Legión Extranjera, derrotado y alineado a Vichy, quedaría confinado en el futuro a tareas de instrucción el Túnez de la posguerra y alejado de toda "parcela de gloria", que mencionaba Bigeard.
Para mayo de 1942 Domingo tenía el culo metido en un hueco al ras en medio de un desierto llano como un plato, ni una elevación, algún arbolito donde ocultarse, nada. Frente a él, desde la Libia italiana, le cayeron dos divisiones del ejército italiano, la 132ª División blindada Ariete y motorizada Trieste, y la 15ª División Panzer, la 21ª División Panzer y la 90ª División ligera alemana del Afrika Korps.
Bajo el mando inglés, la estrategia requería que las fuerzas francesas ganaran tiempo frenando a Rommel y así los ingleses poder organizar sus defensas. Ellos mismos estaban siendo vapuleados más al norte pero aguantando la línea. Bir Hakeim era un puercoespín, con 63 tanquetas Bren Carrier, 54 cañones de 75 mm, 14 de 47 mm y 18 de 25 mm, 86 fusiles antitanque Boys de 13,9 mm y 18 cañones antiaéreos Bofors 40 mm, 44 morteros de 81 y 60 mm, 76 ametralladoras Hotchkiss M1914, 96 ametralladoras pesadas antiaéreas calibre 13,2 mm y 270 ametralladoras ligeras de infantería FM 24/29.
Fusil antitanque inglés Boys de 13,9mm
Primero los italianos y después los alemanes chocaron contra los legionarios y los batallones del Pacífico, de las colonias francesas, que se defendieron como perros.
La primer oleada de tanques italianos se quedó clavada en los campos minados. Era tantas carcazas que la RAF las bombardeó desde el aire pensando que eran tanques en pleno ataque, recibiendo las puteadas de toda la guarnición.
Recién el 31 de mayo pudo llegar el convoy de camiones con agua. Tenían la lengua como loros. La escasa ración de agua inundaba las rajaduras de la lengua antes de llegar a la garganta. Lo traía la 101º Compañía de automóviles del Capitán Dulau. Los conductores de camiones militares nunca se los ve en las páginas de la historia, sin embargo eran blancos fáciles y deseados por la aviación muriendo a miles siendo su función vital, esperando todo de ellos como de un comando especial.
Cuando Rommel vio que los italianos no podían quemó en Bir Hakeim sus ajustados recursos que le faltarían luego para completar la campaña en África. Desde 1.400 salidas aéreas incluyendo Stukas que clavaban bombas en el corazón de la guarnición sin apoyo de cazas de la RAF para sacárselos de encima, hasta la intervención de los nuevos tanques Tiger con cañones de 88mm.
Domingo era servidor de un cañón antitanque del que poco sabía de su funcionamiento. Pasaba la munición mientras por su rabillo veía los tanques avanzar hacia su posición. No había lugar para demoras, era un tiro tras otro.
Servidores de un cañón antitanque en Bir Hakeim. Sin certezas pero con las posibilidad concreta que uno de ellos sea Domingo.
Rommel mandó un ultimátum escrito. Al leerlo el Gral. Koenig, comandante de la guarnición, dijo que haría que se los metan en el culo, pero "doucement".
Erwin Rommel
Ultimátum de Rommel: "A las tropas de Bir Hakeim: Cualquier resistencia prolongada significa un derramamiento de sangre inútil. Sufrirán la misma suerte que las dos brigadas inglesas de Got-el-Qualeb que se han destruido anteayer. Cesamos el combate si alzan banderas blancas y si se dirigen hacia nosotros, sin armas."
Luego de catorce días de recibir de todo, todos hablando a los gritos en medio de una sordera colectiva lograda a puro bombazo, Koenig transmitió al coronel Dimitri Amilakvari, georgiano, patrón de la Trece y al resto de los jefes, que los ingleses habían dado vía libre para abandonar la posición. Se había logrado el objetivo.
Koenig
Amilakvari
Se decidió que 500 hombres que incluía a los heridos defendería Bir Hakeim mientras el resto lo abandonaría por una cuña abierta a través de un campo minado y los flancos protegidos por una carga de Bren Carriers abriendo en abanico. El campo se desminó a medias cuando alemanes detectaron movimientos y lanzaron bengalas, algunos Bren Carriers volaron por los aires, el resto fue acabando con todas las posiciones italianas cargando sobre ellas. Por el medio y a la carrera la guarnición salía hacia el punto de encuentro pactado con los ingleses. En la desbandada pasaron a toda velocidad por un sorprendido campamento alemán, originándose varias escaramuzas cortas, individuales y desesperadas.
Bren Carrier
Esta operación hizo decir a Koenig que el cine con sus trucos jamás podría representarla tal cual fue. En estos tiempos de efectos digitales sería un buen guante para que recojan cineastas como Annuad, en homenaje a la primera victoria francesa luego de la ocupación alemana de Francia. Los motivos de Domingo para cruzar el Atlántico y meterse en una guerra estaban cumplidos con creces.
Parte de la guarnición llegando a zona inglesa
La mayoría logró contactarse, muerta de sed, con los ingleses. Rommel, sin saber esto, lanzó un último y feroz ataque comenzando con un tremendo bombardeo, estaba harto. Pero al entrar se dieron cuenta que había sólo cadáveres y heridos, casi todos gente de las islas del Pacífico traídas a pelear por Francia y elegidas para el sacrificio supremo de aguantar hasta lo último.
Legionarios en Bir Hakeim
Luego vendrían 3 meses para lamerse las heridas en el desierto al sur de El Cairo. Domingo recordó a las moscas ese día de fin de marzo del 2006 en su casa de Rocha a sus 90 años. Eran tantas que al ir de cuerpo los culos quedaban negros. Se metían en los ojos y en la nariz. También las tormentas de arena y la sed, desesperantes.
Vendrían combates en el Alamein, donde moriría por sus heridas el Coronel Amilakvari, en el camino hacia Túnez y la derrota de Rommel en África en 1943. A Domingo en Túnez lo subieron a un barco y bajó en Nápoles. Tiempo que usó con sus compañeros para romper bares y no pagar poniendo una Thompson 45 sobre la mesa. Vendría una dura instrucción de desembarco. En agosto de 1944 desembarcaría en Saint Raphael, en la Costa Azul y serían los bares de la Marsella liberada los que sufrirían el vendaval, como el jarrón de un metro y medio que su compañero arrojó con fuerza al piso de un cabaret ante los gritos de la madama por tener ella el atrevimiento de cobrarles el champagne.
Desembarco en la Costa Azul
Subiría el valle del Ródano hasta los Vosgos y Colmar, donde los celos de gloria del Gral. de Lattre de Tassigny con el libertador de Estraburgo, el Gral. Leclerc, sometería a los héroes de Bir Hakeim, como ya se denominaba a la Trece, a una carnicería innecesaria ante lo mejor del ejército alemán emponzoñado por estar defendiendo suelo que sentía propio, Alsacia. Él quería ser el libertador de Colmar.
Los Vosgos, 1944
Domingo perdió casi todos sus compañeros en la bolsa de Colmar. Ya en suelo alemán el 13 DBLE sería reforzado por ucranianos encontrados y reclutados en el avance.
Cuando la guerra terminó en Europa, De Gaulle insistió en la necesidad que Francia participe en la guerra contra Japón en el Pacífico. Para Domingo fue demasiado. Había ido a Europa a luchar por la Francia de los ideales de igualdad, libertad y fraternidad y no por la Francia Imperial que iría luego a intentar reconquistar Indochina, donde morirían el resto de los veteranos de Bir Hakeim que permanecieron en la Legión. Salvo irreductibles como Lalande, defensor hasta la madrugada del día después del fin de la batalla de Dien Bien Phu en su posición sur Isabelle.
André Lalande en Bir Hakeim
A Domingo le alegró Hiroshima. Nunca había escuchado ese punto de vista. El del soldado que llevaba cuatro años de combates feroces y ante la amenaza de nuevos y desconocidos en lugares lejanos lee en los diarios franceses que un par de bombas le solucionan el problema.
Volvió en barco a Montevideo. Su camino por la dársena de uniforme y abrazado por sus afectos quedó registrado en un diario de la época. Se hizo albañil. Raros contrastes de vida, unos meses antes chirriando de frío en el horror de los combates en Colmar en el crudísimo invierno del 44/45, luego en Rocha poniendo ladrillos en inviernos más suaves pero no menos crueles.
Luego llegaron los '60 y '70 en el Uruguay de las 500 familias. Para esos años ya eran muchas más familias que quedaban afuera de las 500. Inflación, desempleo, los Peirano con anuencia política quedándose con los ahorros, los milicos rompiendo las pelotas, llevaron a Domingo a estar preso por defender aquellas cosas por las cuales se jugó los huevos sin atenuantes. Por poco Domingo López Delgado, un héroe de Bir Hakeim, no pasó a ser un desaparecido de las dictaduras cívico-militares latinoamericanas.
Domingo hablaba muy fuerte y escuchaba poco esa tarde en su casa, mientras tomábamos un Nescafé que vino bien en un otoño que empezó frío. Si aún vive no lo sé, espero que sí. De todos modos al recordarlo es como si así fuera.
Periplo operacional de Domingo en la 13 DBLE
Bir Hakeim, Libia, en 2010:
3 comentarios:
Muy buena crónica che genetic.
Me permito hacer una pequeña corrección técnica en cuanto al calibre de la pistola Thompson que ponían sobre el mostrador de los bares para no pagar que es en realidad .45 de pulgada(aquí en Argentina se designan también como 11,25 mm)
Si fuesen 45 mm ( 4,5 cm)sería ya un proyectil de cañón o mortero.
Es un error muy usual que a partir del calibre 9 mm que es tan conocido se designen todos los otros también con milimetros,pero los que tuvieron origen en USA son casi todos designados en pulgadas. .22-
.32 - .38 - .40 - .41 - .44 - .45 - .357
etc. aunque no siempre nos estén dando el diámetro real del proyectil como en el caso del .38 que es en realidad .357 de pulgada.
Saludos.
Gracias Gringoviejo, teniendo claro tu concepto aun puse mm. No se trataba de la pistola Colt sino de la ametralladora del mismo calibre que llevaba uno de los compañeros de Domingo desarmada entre la ropa sin permiso. La armó en el bar cuando le vinieron a cobrar la cuenta.
Saludos
Já,nunca fué facil cobrarle algo a los franceses,menos aún a un legionario.Disfruté mucho de la lectura de ésta crónica.Saludos.
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