La clase media está contenta por lo generosos que están. Fibertel antes ni gracias, ahora te llena de premios. Clarín y La Nación te dan una tarjeta con sospechosos descuentos. Cualquiera pensaría que están devolviendo lo que robaron. Pero no. Los imagino negociando con los comercios adheridos: "Tenemos una oferta que no podrá rechazar", aclarando que "no es nada personal, sólo un asunto de negocios".
Tal vez cunda el miedo aún a las tapas de Clarín o en el caso de los comerciantes a un simple comentario pésimo en el suplemento "Lugares gorilas" que les arruine el negocio. Seguramente les sale gratis.
La Fundación Noble también está activa. Todo gran banco tiene su fundación. Desde hace un año están llamando a gente o escuelas de provincias que pidieron ayuda a la Fundación Noble lustros atrás sin respuestas. Se acordaron de los pobres también.
Hubo un día que sin que nadie chistara, sin que se salga a cacerolear, sin que el Estado proteja al consumidor, que los cables, lo que una vez nos dieran "gratis", lo pasaron a vender. Con 33 mangos uno tenía todo salvo el fútbol, que había tenido el mismo proceso, sin quejas y sin barullo, hasta que a HBO, Movie City y demás pasaban a ser canales Premium. ¿Qué tal? No era que HBO había cambiado, seguían dando las mismas películas, lo que se incrementó fue la avaricia corporativa.
Eran los último canales sin comerciales, algo que fue la novedad del cable en su momento en todos los canales, televisión sin cortes publicitarios. ¿Se acuerdan? Parece la prehistoria.
Hoy vemos al comenzar en el canal Studio Universal la serie "Nurse Jackie", la historia de una enfermera adicta al Vicodin, en la parte superior de la pantalla, una caja de Armonil sedante girando en busca de nuestra atención. De locos. A esta excelente serie de sólo 27 minutos la arruinan además con un corte comercial en el medio. Las publicidades no están teniendo límites en cuanto a mensaje y contenido, recursos, invasividad, los dueños de los canales permiten hacer con la pauta publicitaria lo que se les ocurre.
¿De qué carajo me sirve tener un cartel "Espacio Publicitario" si en el medio de los programas siguen haciendo lo que una vez se llamó "chivo"? Que era ilegal y lo hacía Olmedo porque tenía el permiso que da el cariño popular. Si no eras locutor no podías nombrar el producto a publicitar. Luego Francella vendía jarabe para la tos en medio del sketch y ya no llamó la atención, es que a la atención la secuestra la publicidad invasiva.
Volvemos entonces a que si querías tener lo mismo que tenías por $33 pasó a salirte $75.
El último zarpazo fue con los canales extranjeros. TV5, DW, BBC eran canales básicos. Dejaron de serlo. A pagar más por ellos. Pensar que uno los ve tan preocupados por la inflación; la inflación del precio del cable a lo largo de su historia desafía a cualquier economista.
Hoy nos hablan de importantes descuentos con sus tarjetas, los soretes.
1 comentario:
Excelente
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