Los que somos clase media pero no mierda, los que entendemos que hay hermanos que necesitan ayuda y que si el Estado la otorga no es a expensas de nada nuestro y ni se nos ocurre pensar que a nosotros nadie nos dio nada, nosotros, sabíamos que Néstor era un buen tipo.
Hoy la Clase Mierda, que son nuestros vecinos, nuestros parientes, muy directos en casi todos los casos, están relatándose entre ellos estos días. Hay que ver el grado de maldad, cuántas conjeturas fantásticas que alimentan sus morbos, sus perversidades de clase.
Son diálogos propios de gente oscura, medievales, mucho católico, mucho Opus Dei. De épocas cuando el demonio era el rector, el miedo impuesto de las gárgolas acechando desde las alturas de las catedrales. Hijos de puta. Siempre pusieron al demonio cerca de la puerta de las iglesias, para que el miedo los haga entrar.
Y entraron, como caballos.
Tengamos paciencia con los conversos. Si escuchan a alguien decirse K de la primera hora y lo recuerdan putear a Néstor, aguanten, palméenle la espalda. No nos queda otra. Igual bájenlo un poquito, un poquito nomás para que se ubique y sepa lo pelotudo que fue al creerle a TN.
Estoy seguro que muchos argentinos hoy están firmemente arrepentidos de su posición crítica de loros parlanchines, repitiendo sin análisis el discurso de Magnetto. Para muchos de ellos es un despertar como después del Nunca Más. Clarín estuvo deformando la realidad también en esos tiempos. Lo que se haga para detener la omnipresencia histórica de Clarín y La Nación será legítima defensa.
¡Qué raros demonios inventan los demonios! Dicen que la habilidad del diablo es hacer creer que no existe. Diría que es hacer pensar que el diablo es otro.
Si uno piensa que los porteños le hicieron la contra a San Martín, pues su hermanastro Alvear, blanquito, napoleónico y no morochazo guaraní, les resultaba mucho más europeo ya los pinta. Mientras Alvear andaba de tertulia en tertulia, San Martín dejó la piel cruzando los Andes.
Cuando Alvear sacó el culo de Buenos Aires para pelear contra Brasil, desde su gran carpa, comiendo los manjares que le preparaba su cocinero francés en medio de un ejército cagado de hambre, ordenó una carga inútil que costo la vida de Brandsen y sus bravos en Ituzaingó. Hasta el último oficial incluyendo a Brandsen sabía que esa carga era un suicidio inútil. ¿Será por eso que la historia mitrista pone al Cóndor como ave nacional siendo el Cóndor un buitre? ¿Será un símbolo que el animal que nos representa comía la carroña de los granaderos que caían de las barrancas en los Andes? ¿Por qué no se eligió a la mula que ayudó a cruzarlos?
Luego vino Rosas, que era tan blanco como ellos, pero el tipo se rodeó de gauchos, indios y negros. Y fue el primer gran demonio de clase argentino.
Tal vez dirían en esa época que Merceditas usaba Louis Vuitton.
Rosas, como Artigas, tejió alianzas con grandes poblaciones originarias. Que no te corran con la campaña al desierto del '33, que Rosas pusiera en caja a ciertos malones no está ligado al concepto genocida de Roca.
Los porteños y las oligarquías de provincias fueron capaces de apoyar a Francia y a Gran Bretaña para voltear a Rosas y hacer desfilar a tropas extranjeras por Buenos Aires. ¿Cómo no van a aceptar que algún día los marines caminen por Florida? ¡Qué gustosos darían sus hijas en enlace con sus oficiales! Lo hicieron en las invasiones inglesas.
Luego Yrigoyen, Evita, Perón. Y si fuiste alfonsinista te tenés que acordar ya en el '84 cuando circulaba esa caricatura de Alfonsín que al darla vuelta era el diablo. No jodan, en el Edificio Cóndor se hablaba que Marcos Aguinis era un judío comunista recalcitrante (!).
Qué raro. Los porteños en Menem no vieron al diablo y eso que su look Facundo Quiroga Style debería haber encendido todas las alarmas. Antes de ser electo, Patricio Kelly decía que con Menem venía el narcotráfico, en Belgrano R hablaban que detrás de él venían los Montoneros. Todos tuvieron razón. En los '90 se lavaron miles de toneladas de billetes de la coca y en el siglo XXI, los pocos montoneros que quedaron, colaboran a arreglar el quilombo que dejó Menem. Lo que no es raro es que hoy hablen con nostalgia de la fiesta menemista, son garcas.
Si lo dijeran los que estuvieron en orgías esquivando las eyaculaciones de Menem, vaya y pase, pero uno escucha a cada mozo de esa fiesta, a los que barrían los preservativos, los que tomaban de los vasos usados y juntaban algún canapé del piso que no me queda otra que pensar que la diáspora a Miami debe ser más numerosa de lo previsto.
Hablan hoy que no había cadáver en el cajón. Lo que no comprenden es que lo que no hay es una foto de Néstor muerto para los buitres hijos de puta. Porque los que hoy reunidos dicen barbaridades de todo tipo, con análisis superficiales y chotos de imágenes que a nosotros nos secaban en lágrimas, todavía no caen que van a seguir molestos en este país. No les va a gustar. Porque en este país el apartheid colonial se lo llevó a la tumba Néstor.
¿Por que será que en la Clase Mierda es donde más se escucha que este es un país de mierda? Lo dicen incluso mientras manejan sus 0 Km. Porque los blancos de este país son hijos de inmigrantes que rajaron de las realidades de sus países. Es algo de nuestro ADN a erradicar. Por eso en el 2001 había cola en la embajadas ¿Por qué no las habrá ahora? Porque no les va mal en este país y además: ¿Adónde ir? Miami será un castigo, no lo duden.
El pobre no duda que es de acá y además no tiene para el taxi hasta Ezeiza. Ni se le ocurre y menos se les ocurre poner al abuelo español de 80 años en una cola al sol para hacer el trámite de doble ciudadanía, el por las dudas, el salvo conducto. Imaginate si en plena batalla de Maipú pelabas el pasaporte español con la misma alegría que cuando te lo dieron, seguramente tu cabeza hubiera caído al suelo antes que el pasaporte de un sablazo seco.
Los que después de estos días aún no comprendan quiénes son los verdaderos y permanentes enemigos del pueblo argentino están fritos, nunca van a entender nada. Nosotros lo sabemos bien.
¡Juicio y castigo a los culpables! |
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