viernes, 8 de octubre de 2010

Nobel de la Paz: Bla, bla, bla, pero nadie va a dejar de hacer negocios en China


Cuando se le dio el premio Nobel de la Paz a Pérez Esquivel, nada cambió en Argentina. Los militares y los civiles secuaces dejaron el gobierno por otros temas y no por la opinión de la Fundación Nobel sobre la dictadura. El premio fue en 1980 y, por dar un ejemplo, Israel no le dejó de vender armas a la dictadura por esto, lo siguió haciendo hasta diciembre de 1983.

Lo mismo pasará en China. Nadie va a dejar de hacer negocios allí por mucho premio Nobel que le den a un disidente.

Es justo comparar esta situación con Cuba, una isla de 110.800 km2 contra los 9.600.000 km2 de China, con unos 11.000.000 de habitantes contra los 1.300.000.000 chinos. Sin embargo la lupa aumenta hasta equiparlas a la hora que Occidente se pone en juez a pesar de las injusticias que el mismo Occidente crea.

Liu Xiaobo

¿Alguien se imagina a Occidente dejando de hacer negocios en China? ¿Estableciendo un embargo? No. Primero China le tiene que ganar una guerra a EEUU y con paliza, entonces allí EEUU la embarga, como hizo con Cuba y Vietnam. Es su actitud miserable ante la derrota.

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