Los obreros franceses desde hace un par de años están siendo claros que no andan con chiquitas. Van por los CEOs, por los patrones. Los meten en un cuarto, dos vueltas de llave y a negociar. Evitan así las huídas en helicópteros o Jets privados lejos del despelote que dejaron en las fábricas entre suspendidos y despedidos.
Nada de hacerle quilombo a Pierre Farval, dueño de una pequeña empresa, se lo hacen a multinacionales como:
Sony
Caterpillar
3M
Hoy en el tercer día de huelga los estudiantes se han plegado. La pesadilla de todo gobierno francés a partir de 1968 comenzó:
La seconde révolution française
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