Corría agosto de 1997 cuando el tren se detuvo en una estación intermedia entre Hanoi y Haiphong. La vieja formación había pasado lentamente por el puente Paul Doumer, bombardeado por los EEUU aún así prestando servicios para atravezar el río Rojo. Ya detenidos en el andén se acercó a la ventanilla una mujer vietnamita ofreciendo un pescado crudo en una palangana y unos pomelos gigantes.
Nunca había visto cítricos de ese tamaño. Eran Bưởi da xanh, pomelos azules según la traducción, tal vez nosotros le diríamos pomelos verdes. Una más de las tantas frutas vietnamitas que no conocemos. Ir a una frutería vietnamita es descubrir un mundo vegetal nuevo.
Es un cítrico enorme de grandes gajos rosados. En la balanza puede leerse 1,155 kg:
Y el tamaño basta con ver estas fotos de recolectoras:
Su aspecto interior y algunos platos preparados:
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