De locos. Antes de la llegada de Hu Jintao a EEUU la oposición de Obama a través de los medios presionó para que se toque el tema de los derechos humanos en China.
La pandilla de Bush les acaba de arrasar derechos civiles, privacidad, persiguió ciudadanos, sicopateó a toda la sociedad, instaló oficialmente el uso de la tortura, presos sin procesos, menores de edad, en cárceles secretas, reprimió ferozmente toda protesta civil en las calles de EEUU, espió el correo y los gastos de los contribuyentes a través de sus gastos y se podrían llenar páginas de lo que conocemos y libros con lo que no conocemos. Todo a partir de un autoatentado. Y ni hablar fronteras afuera.
Toda esa gentuza le pide a Obama que critique la falta de libertad en China. Los Republicanos fueron más allá, se metieron con el tema del hijo único, política cuestionable por mil lados, pero la única forma que tuvieron de contener lo que podrían haber sido décadas de hambruna que no les faltaron además. Sabían bien qué evitaban con eso.
Se lo dice gente que cree que el hombre habitó el planeta paseando entre dinosaurios y que Darwin era un ateo, comunista, drogadicto y puto. Son los que hace 50 años seguían colgando a negros de los árboles, vueltos de combatir al racista de Hitler.
Que gran declaración de principios por parte de los Skulls & Bones, los Morgan, los Rockefeller, los Bush y todos los nuevos ricos del petróleo del siglo XX y todos los empleadores de las pandillas de Nueva York de fines del XIX, los mafiosos que inventaron el capitalismo norteamericano a partir del control criminal de los puertos, haber puesto a Henry Kissinger, el genocida de Latinoamérica y el Sudeste Asiático, junto a Hu Jintao en la cena oficial. Extraordinario.
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