Bernhard of Lippe-Biesterfeld era un príncipe alemán, fallecido en el 2004, miembro del partido nazi desde 1934, casado con la reina Juliana de Holanda.
Su hija, Beatrix, es la actual reina de Holanda y está casada con un ex miembro de la juventud hitleriana. Que su nieto Willem se haya casado con la hija de un ministro de la dictadura argentina, Máxima Zorreguieta, apesta de coherencia.
Fue fundador del Club Bilderberg y de WWF, la misma asociación cuya filial argentina tenía como presidente al marido de María Julia Alsogaray.
Pero aparte de esto era un coimero importante. Holanda quería renovar su flota antisubmarina compuesta por Lockheed Neptune:
Entre 1974 y mediados de los '80 serían recibidos aeronaves por 600 millones de dólares. En la competencia estaban el inglés Nimrod, derivado del Comet 4:
El francés Dessault Atlantic:
y el Locheed P3C Orion, el vencedor, luego de untarle un millón de dólares a la tostada del príncipe nazi:
Se supo, tomó estado público, los holandeses se escandalizaron, pero cómo habrá sido el manejo de los medios holandeses que creció la imagen de la reina Juliana. Al príncipe lo mandaron a cuarteles de invierno, le sacaron algunos cargos y de a poco lo sacaron de vuelta a la luz, con el humo ya disipado.
Para esos años otro concurso anduvo repartiendo regalos. Fue el del nuevo caza reemplazo del Lockheed F-104 Starfighter. Noruega, Dinamarca, Holanda y Bélgica, todos países que aún conservan la realeza y los títulos nobiliarios, después los indios somos nosotros, se decidieron por el General Dynamics F-16 del cual fabricaron algunas partes en cada país:
Sin que mediara un claro triunfo con las prestaciones del Mirage F-1:
y dejando de lado el fabricado en un país muy cercano a todos ellos, el Saab Viggen de Suecia:
La trama no pudo ser muy distinta a la del F-104 en los '60, ni la de los antisubmarinos, ni la del "Contrato del siglo" como se conoció este último concurso. Los protagonistas, algunos más, algunos menos, eran los mismos, los padres de los que hoy se reúnen en el Club Bilderberg para decidir a quienes garcar.
3 comentarios:
nunca entendi por que las naciones europeas que se rasgaron tanto las vestiduras contra la dictadura, se prestaron para participar del mundial 78. Hubiera sido mucho mas efectivo no venir que cualquier otra cosa.
Business are business
Porque a Europa le convenía la dictadura argentina. Ninguna empresa europea dejó de hacer negocios en esos años.
Te felicito por la nota y las fotos. Analizando los personajes y los hechos acaecidos podríamos decir...dios los cría y el viento (¿vento?) los amontona. Un abrazo!
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