domingo, 20 de febrero de 2011

U.S.S. INDIANAPOLIS: HIROSHIMA, NAGASAKI Y LOS TIBURONES

En 1945 el crucero U.S.S Indianápolis estaba siendo reparado en astilleros de San Francisco luego de ser dañado por aviones kamikaze. No era el mejor barco ni la mejor tripulación, pero estaba disponible al momento de ser seleccionado para llevar el uranio de las bomas Little Boy y Fat Boy que serían arrojadas sobre población civil de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.

Nadie de la tripulación, tampoco el capitán del barco Charles Butler McVay III, sabían el contenido del cubo de plomo subido a bordo y escoltado por policías militares con orden de disparar a quien se acerque.

Llegaron con el contenido a la isla de Guam desde donde despegarían los bombarderos B-29 hacia los objetivos. Su siguiente misión era unirse a la flota frente a Filipinas preparando la invasión a Japón, por lo cual el capitán pidió escolta antisubmarina que le fue negada. Navegó en zig zag un trecho para evitar torpedos hasta que ordenó ir directo en la ruta para ganar tiempo. A mitad de camino el U.S.S. Indianápolis fue torpedeado por un submarino japonés hundiéndolo en 2 minutos el 30 de julio de 1945. 

De 1.196 hombres quedaron flotando vivos a la deriva 880 hombres en un mar lleno de tiburones siendo que muchos tenían hemorragias por las heridas. 

Nadie sabía de la presencia del barco en ese lugar, ni siquiera que habían pasado por Guam. Estaban sólos y nadie se había enterado del suceso.  A la mañana del 31 aparecieron los tiburones y a los primeros en atacar fueron a aquellos que sangraban. Recién el 2 de agosto fueron avistados por un avión Ventura PV-1 quien dio el alarma, por lo cual un hidroavión PBY Catalina fue enviado al lugar. El piloto vio que el mar no estaba adecuado para el amerizaje pero también vio los cientos de tiburones que rodeaban a los hombres que flotaban en grupos. 

 Lockheed Ventura PV-1

Descendió a riesgo y levantó 52 tripulantes. Recién a la noche llegó al lugar el U.S.S Cecil Doyle quien rescató a los restantes. 

 PBY Catalina

En total fueron 316. El resto de los 880 fueron devorados por los tiburones en su gran mayoría, mas hubo algunos casos de muerte por insolación, sed, heridas de los torpedos e intoxicación por agua salada.

Los supervivientes en Guam

El capitán Charles Butler McVay III, chivo expiatorio de la U.S. Navy, fue juzgado y encontrado culpable por no haber seguido en zig zag hasta Filipinas a pesar que el capitán del submarino japonés declaró después de la guerra que por el equipamiento que llevaba el zig zag no le hubiese impedido hundirlo.

Mc Vay se suicidó en 1968. Su familia debió esperar hasta el año 2000, cuando Clinton firmó una ley que lo exoneraba.

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