Wang Dafu es un chino hecho de abajo. Llegó a economizar una pata de pollo durante una semana para sobrevivir. Dedicado a negocios inmobiliarios se hizo rico sin olvidar a nadie, los 100 que lo rodean más cercanos son los mismos 100 con los que empezó el negocio.
Hoy tiene un centro de turismo de lujo en la riviera de Sanya, el centro vacacional de los nuevos ricos chinos. Autos de lujo, yates, todo lo que se les ocurra.
Pero en eso lugares donde Wang Dafu construyó y sigue construyendo viven pobladores que toda la vida se han dedicado a la pesca. El arreglo del gobierno chino fue que Wang Dafu debe construir viviendas para esos pobladores, quienes recibirán €500 por m2 de sus actuales viviendas.
Ni cortos ni perezosos esos habitantes empezaron a ampliar sus viviendas hasta el cielo. Cada m2 ganado eran €5o0 más. En vano fue prohibir la entrada de camiones con material de construcción, como hiciera Macri en la Villa 31, empezaron a traerlo en motos. Cuando prohibieron las motos, fue en bote y a pie, sin ahorrar algunas monedas para los guardias que debían impedirlo.
Algunos los critican pero es el uso de las mismas habilidades de Wang Dafu para hacer dinero, negocios inmobiliarios.
Algunos los critican pero es el uso de las mismas habilidades de Wang Dafu para hacer dinero, negocios inmobiliarios.
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