MEDIOS CORPOS: Tras la farsa WikiLeaks ahora los premian

Tomemos el ejemplo de uno de los diarios a los que Assange eligió vaya a saber con qué criterio que no sea el ser WikiLeaks un actor más del mundo corporativo.  El diario El País viene llevando una agenda contra todos los gobiernos populares de Latinoamérica. Sistemática, nutriéndose de las agendas de los medios locales de esos países tan o más contrarios que El País a esos gobiernos populares.

En la misma situación y acción están las embajadas de EEUU en Latinoamérica. Levantando las agendas de diarios corporativos como Clarín, La Nación en Argentina y sus gemelos en mafia de Latinoamérica. 

Luego WikiLeaks levanta las interpretaciones tan caprichosas como ignorantes creadas en las mentes de funcionarios de dudosa categoría en la embajadas y se las da a El País, Le Monde, Der Spiegel, The New York Times, The Guardian.

¿Qué hacen esos medios corporativos? Siguen con su agenda ahora nutrida por decenas de miles de cables sujetos a la elección que demandan sus propias agendas. Se supone que el contenido de todos los cables es noticia de hoy, pero ellos los dosifican en el momento oportuno, a pedido de los medios de los países con agendas antipopulares de los que se vienen nutriendo, con temas específicos, oportunos. Cables que se publican un par de días antes que algún evento político incluya a personas nombradas en esos cables.

Impresentables: No es periodismo. Es una realimentación insana de intenciones corporativas movidas por intereses empresariales y en algunos casos personales de los CEO de esos boliches.

Promiscuos: Los jefes de redacción de los diarios elegidos por Assange hicieron reuniones, pactaron, luego dieron conferencias, se felicitaron, se chuparon los pitos entre ellos. Una gran comunión empresaria.

Inmundos: Ahora los premian. Premio a la "Libertad de Prensa" como si hubieran sido los únicos corajudos en publicar los cables siendo que los recibieron por un pacto que nunca sabremos las cláusulas de parte de WikiLeaks con esos diarios. El resto de los medios y sobre todo los alternativos no corporativos no tuvieron ninguna oportunidad de ejercer la libertad de prensa.