La bomba termonuclear B-53 de 9 megatones, desde el fin del servicio de las B-41, era la bomba nuclear más poderosa del arsenal de EEUU. Un monstruo de 4 toneladas. Estuvo en servicio desde 1962 hasta 1997. Se construyeron 340 y garantizaban que en un diámetro de 10 km no quedara edificio en pie y la mortandad del 100% de los seres vivos.
Fue probada en el Atolón de Bikini como bomba antibunker. Se diseñó para ser lanzada desde bombarderos B-52 con paracaídas de frenado.
El 25 de octubre del 2011 la empresa Pantex desarmaba la última B-53:
A la B-53 la fue reemplazando la B-61, antibunker que penetra el suelo y puede explotar con valores variables de kilotones de acuerdo al seteo. Desde 1970 se construyeron 3.155:
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