Raro escándalo por la meada colectiva de los marines sobre talibanes muertos. Se los buscará y castigará para lavar la afrenta al orgullo nacional de los EEUU. El usar cadáveres de enemigos para inmortalizar ceremonias en una foto es una vieja costumbre del Imperio. En Vietnam hubo de todo con ese tema.
Huesos y calaveras adornando los tanques y las barracas, pequeñas cabezas cortadas de vietnamitas a los pies de grandes hombres rubios. Normal. Lo habían hecho contra los japoneses. Lo repitieron en Afganistán y en Irak. Eso sí, cuando el enemigo era parecido, tirando a blanco, tipo alemán, estas cosas no se daban tanto.
Hace sólo unos meses volvían a casa los pilotos ingleses que bombardearon poblaciones civiles en Libia hasta hacer pedazos ciudades enteras como Sirte:
Los medios los mostraban así, con romanticismo digno de la Segunda Guerra Mundial, les faltaba sólo el bigotito Clark Gable.
Y en Libia habían dejado cosas como ésta:
No es un mercenario sanguinario del maligno hipercriminal de Khadafi. Ni siquiera es un adulto, tampoco es un niño soldado, es una nena libia destrozada en Sirte, donde la OTAN tiró todo lo que tenía en su arsenal. Este fotograma es de un video que ningún medio occidental levantó de Youtube. Raro, hoy los vemos tomar de allí los videos de Siria.
Algún día la Historia, no el relato mediático cómplice, hará justicia con los defensores de esta ciudad, que será ciudad mártir en la Historia Libia por venir.
Hoy se habla de marines meando cadáveres afganos, que mañana serán sirios, iraníes y los que se les ocurra.
Lectura complementaria:
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