Cuando el poder en EEUU eligió el lugar para detonar la primera bomba nuclear en Nuevo México, antes que el 99,9 de los miembros del gobierno votado por el pueblo supiera nada, optó por un desierto de 160 km al este del río Grande que los españoles, cuando la zona era su colonia, lo apodaron "Jornada del muerto".
Aún hay radiación, pero en determinados día del año, se permite la visita de turistas al Ground Zero:
Fueron los españoles también los que bautizaron "Socorro" a la población sobre el río Grande a 45 km de la detonación nuclear. Allí recibieron amparo del desierto. La separa una elevación montañosa de algo más de 2.000 mts. El hongo alcanzó los 12.000 mts. de altura.
La onda expansiva se sintió a 160 km. Lo que nos ubica en Albuquerque, una ciudad que en los '40 tenía 150.000 habitantes y en las puertas de ciudad Juárez, detrás de la frontera de México, país que, como el pueblo de EEUU, estaba en ascuas con el tema.
La radiación alcanzó a Albuquerque y también a Santa Fe, más al norte:
A todas las poblaciones cercanas los diarios informaron que había sido una gran explosión producto de residuos de municiones en desuso. De la radiación, ni palabra. Poco puede esperar de clemencia imperial el mundo cuando el poder en EEUU viene sometiendo a sus propios ciudadanos con las pruebas de sus engendros.
A 45 km de la explosión de la prueba Trinity, corre el río Grande que se embalsa en la represa de Elephant Butte, agua que consumieron y consumen las poblaciones río abajo. La primera población represa abajo no podía llamarse más ajustadamente, "Truth or Consequences".
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