En febrero del 2011 cuando todo lo que había para endemoniar a Kadhafi venía bien, Moreno Ocampo se consagró denunciando el contenedor de Viagra que usaría con sus tropas para que violen todo lo que se les ponga adelante. Cabe preguntarse cómo habrán hecho los ejércitos para violar tanto antes que se invente la pastilla.
El Ejército Sirio no encontró un contenedor de Viagra pero sí interceptó llegando desde el Líbano muchas bolsas de anfetaminas de los mercenarios de la OTAN.
Pero no será escándalo, ni noticia en la massmedia, las anfetaminas son una droga que Occidente se las viene dando a sus tropas y a sus esbirros desde la Segunda Guerra Mundial hasta hoy, creando miles de adictos que luego son tratados penalmente como drogadictos cuando, ya civiles, su adicción la llevan a casa.
La primera anfetamina de uso militar fue la alemana, de uso en todos los frentes, con mayor número de adictos en el desesperante frente ruso :
Hoy, el departamento de marketing de los laboratorios que proveen anfetaminas a las fuerzas armadas de EEUU, Francia y Gran Bretaña hacen derroche de creatividad y le ponen nombres para que se entienda: El combatiente estará Alerta y Vigilante.
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