Mientras el gobierno de Mali denuncia a los medios locales, sobre todo las radios, donde en África tienen un poder de masas demostrado en Ruanda en los '90, de apología del crimen y vehículos de intolerancia, dentro del clima posterior al golper militar, el norte de Mali cambia de nombre, Estado Azawad.
La comunidad económica de estados del oeste de África, CÉDÉADO, no reconoce al Azawad y lo considera un intento de establecer un estado islámico de la mano del Aqmi ahora aliado del MNLA. Considera innegociable la integridad del territorio de Mali. De todas maneras la alianza que se estableció en el norte es de dudosa continuidad al corto plazo. Los movimientos que hace décadas luchan por un país para los tuaregs ven la imposición de la charia como un aislamiento de la comunidad internacional.
Además la negociaciones entre los dos grupos se realizan en árabe. Muchos francófonos del MNLA se sienten discriminados y fuera de la posibilidad de intervenir.
La Asamblea Nacional prepara la sucesión del presidente Dioncounda Traore, que se encuentra en exámenes médicos en París luego del ataque sufrido en su despacho.
Casi como un milagro, en un país en una encrucijada histórica, el gobierno lanza la campaña agrícola 2012-2013 con entregas de insumos y subsidios para las zonas de cultivos.
En Mali conocen los principios de funcionamiento de la Jamahiriya libia. Muchos en Mali manifestaron a favor de Kadhafi durante la cacería de la OTAN en 2011. Saben entonces que la integridad territorial de Mali depende de un pacto con los tuaregs y sacarse juntos los islamistas pro charia de encima.
Fotos: Essor
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