En el frente europeo y africano de la Segunda Guerra Mundial no se usaron a gran escala los gases venenosos usados en la Primera. Los oficiales que lo habían vivido en combate, 21 años antes, habían conocido el horror, en los dos bandos. Todo el mundo con máscaras, los hombres, los caballos, las mulas y los perros.
El gas mostaza fue un desarrolló por la que pasaron varios científicos del mundo. A medida que avanzaban, las quemaduras de sus asistentes y la de ellos mismos eran cada vez más graves.
Alguien vio un arma en eso. Los alemanes Wilhelm Lommell y Wilhelm Steinkopf lograron darle al Káiser el método para la elaboración a nivel industrial del gas mostaza. Se usó en 1917 en lo que quedó de la ciudad de Ypres contra los franceses, de ahí adoptó su otro nombre Yperita.
Los franceses lo usaron en Cambrai contra los alemanes, luego de capturarles sus proyectiles.
Los arsenales estaban en 1939. Los combatientes durante toda la guerra llevaron máscaras antigas en su equipamiento. El uso de gas se pensaba posible, pero no sucedió salvo casos aislados. En el caso de los alemanes, la máscara se llevaba en un cilindro más que molesto al momento de no hacer ruido o de marchas interminables donde todo pesa demasiado.
El gas mostaza ni Hitler lo usó. Nada que dé esperanza, en realidad tampoco era del todo manejable al usarlo, el Gral. Viento mandaba. Hitler fue víctima de ceguera por los gases. Muchos altos oficiales lo habían sufrido en el frente. El paisaje que los testigos de ambos bandos se encontraron en trincheras atacadas con gas mostaza era de muerte horrenda.
Las agonías duraban según lo expuesto. Por eso es un arma del mal absoluto. La crueldad que a menos exposición la agonía era más larga. La línea entre haber aspirado tan poco como para salvarse o lo suficiente para la agonía más larga era delgada. El gas mostaza ataca la piel y las mucosas:
Sin embargo desde 1918 el gas mostaza no estuvo del todo guardado. Inglaterra lo usó contra la Revolución Rusa en 1919. España y Francia lo usaron en la Guerra del Rif entre 1921 y 1927, un uso colonial, como el de Italia en Libia en 1930. La URSS lo usó contra los chinos entre 1934 y 1937. Otra vez Italia en 1935 contra los etíopes en Abisinia. Los japoneses contra China desde 1937 a 1945.
Raro fue el caso de Polonia en 1939. Lo usó Alemania, lo que se consideran hechos aislados, pero también Polonia contra los alemanes, en un sólo hecho usando gas mostaza inglés. En 1943, un ataque aéreo dio en un barco de EEUU cargado de gas mostaza en el puerto de Bari, Italia. Hubo más de 60 muertos y 800 heridos.
De haber superado la censura de esos años, el hecho hubiera dado sentido a las máscaras antigas que cargaron los infantes. El gas mostaza estaba dentro del abastecimiento próximo al frente. El gas mostaza alemán sumergido en el Báltico lo confirma para el otro bando también.
Luego de 1945 Egipto lo usó contra Yemen entre 1963 y 1967. Irak contra Irán y los kurdos entre 1983 y 1988.
Frente occidental, 1917
Mchachiya, Libia, 2012
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