miércoles, 19 de junio de 2013

Fósiles de la Guerra Fría: El bombardero nuclear B-36 Peacemaker y la rebelión de los almirantes

Para 1941 comenzaba el diseño de un bombardero capaz de atacar Alemania sin contar con las bases de una Gran Bretaña que se suponía podía ser invadida por las tropas de Hitler.

El diseño y fabricación estuvo a cargo de Convair. Su primer vuelo fue en 1946 y entró en operaciones en 1949. Tenía 6 motores a pistón con hélices de impulso. Su sistema defensivo contaba con 16 cañones de 20 mm.

Su mayor problema era la necesidad de largas carreras de despega y una baja velocidad. Para solucionarlo se instalaron dos pares de turbinas en góndolas en los extremos de las alas, modificadas para funcionar con el mismo combustible que los motores a pistón.

Turbinas GE j47

El B-29, el más grande bombardero de la Segunda Guerra Mundial queda pequeño junto al B-36

Pasó a formar parte del Strategic Air Command, la fuerza de disuasión nuclear de EEUU. Voló hasta 1959 cuando fue reemplazado por el Boeing B-52 luego que Convair fue derrotada. Había presentado en la competencia contra Boeing el B-60, que era un B-36 con 8 turbinas.

La filosofía luego de Hiroshima acerca que las guerras por venir serían nucleares y ganadas sólo con los bombarderos que transportaban las bombas fue defendida por el secretario de defensa del presidente Truman, Louis L. Johnson a tal extremo que Truman canceló, debido a los presupuesto más bajos en tiempos de paz, de la construcción de superportaaviones, un proyecto de la Marina.

Louis L. Johnson

La U.S. Navy empezó a recolectar datos de todos los problemas inherentes al B-36, como por ejemplo el frecuente incendio de sus motores y comenzó a circular un dossier anónimo que resultó se hecho por Cedric Worth, funcionario civil de la subsecretaría de la Marina. El informe incluía las sospechas sobre Johnson, pues había sido miembro del directorio de la compañía Convair.

 Cedric Worth

Para 1949 varios almirantes se manifestaban abiertamente contra la política de defensa de Truman. Se los consideró en rebelión. Entre otros fueron dados de baja el contralmirante Daniel Gallery, el almirante Louis Denfeld y fueron despedidos el secretario de la Marina John Sullivan y el propio Cedric Worth.

 Louis Denfeld

 Daniel Gallery


John Sullivan

Para 1950 la Guerra de Corea demostró que las guerras no serían nucleares y que los portaaviones cumplirían las misiones ya conocidas de la Segunda Guerra Mundial. Truman renovó la partidas para la fabricación de estas naves.

Uno de los raros experimentos llevados a cabo con el B-36 fue el modelo NB-36H al que se había colocado un reactor nuclear en el compartimento de bombas. La cabina estaba rodeada por 4 toneladas de plomo y el reactor era monitoreado por cámaras de video. El reactor no cumplía funciones de propulsión. La idea era estudiar el comportamiento de los equipos del avión y la protección de la tripulación ante la radiación.

Se construyeron 384 B-36 de los cuales 4 se conservan en museos, entre ellos este ejemplar del museo de la base Castle:

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