Luciano Varela es un juez progresista y Presidente del Supremo español, pero progresista de los que también tanto abundan por acá, los funcionales a la derecha más recalcitrante y criminal (probada en combate). No hay ideología de parte de él en este asunto. Celos y envidia. Ni más ni menos. Un asunto personal nutrido de los tres peores sentimientos del ser humano, ya que a los celos y las envidias siempre le corresponden una alta dosis de odio, el suficiente para hacer lugar a las demandas de Libertad e Identidad, Manos Limpias y Falange española, lo que lo hace un Supremo franquista aunque diga que no.
Con jueces así, no caben dudas que si Francisco Franco hubiese tenido salud y gozara hoy de sus jóvenes 108 años estaría aún gobernando España.
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