Documento secreto firmado por Shimon Peres en 1975, hoy Presidente de Israel, y Pieter Botha, Ministro de Defensa en ese momento y Presidente de Sudáfrica años después.
"Documentos secretos sudafricanos revelan que Israel ofreció vender cabezas nucleares al régimen del apartheid, proporcionando la primera prueba documental oficial de la posesión del estado de armas nucleares por parte de Israel."
Para 1977 Sudáfrica y Argentina recibían sanciones y embargos a la compra de armas. Sudáfrica por al apartheid y Argentina por la represión de la dictadura militar, medidas lideradas por Jimmy Carter, ex Presidente de EEUU, quien de haber vencido a Ronald Reagan, hubiese salvado a Centroamérica de las matanzas en las represiones nada refinadas a cargo de gobiernos militares en países como Nicaragua, Honduras y El Salvador.
En los años siguientes el Estado de Israel se convertiría en el principal proveedor de armas y transferencia de tecnología a casi todos esos países. Raro, pues a esos regímenes se los vinculaba con la ideología nazi, incluso se estudia y distingue la actitud de los torturadores para con los desaparecidos que eran judíos, aunque de parte de los militares argentinos que compraban armamento en Israel, más que ideológico el tema era monetario.
Las comisiones pagadas por compra de cuasi chatarra y sus repuestos como los IAI Dagger M5 o los Mirage III-CJ ponían a los militares argentinos hasta con ganas de circuncidarse.
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Hace muchas décadas que los que gobiernan el Estado de Israel se fueron alejando cada vez más del pensamiento de muchos judíos, uno de los cuales escribe cosas como éstas:
Argentina
Tierra de vidalas y Salmos.
Tierra de cobijo para inmigrantes.
Tierra de creación de gauchos judíos.
Tierra de sembrado de semillas y de cosecha de doctores.
Tierra de Gerchunoff, César Tiempo y Milstein.
Tierra de costureros y hojalateros.
Tierra de maestros y aprendices.
Tierra de diversidad y universidad.
Tierra que forja nuestra identidad tan judía como argentina
y tan argentina como judía.
Tierra que nos enseña que identidad y memoria
son dos caras de una misma moneda.
Tierra que nos convoca en este día de profundo carácter simbólico
a habitarla a través del arte de la memoria.
Memoria que nos interpela y nos demanda;
Memoria que incomoda al cómodo y acomoda al incómodo:
Evoco la memoria en el derecho de los pueblos originarios.
Evoco la memoria de los padres de la patria.
Evoco la memoria de los que ejercieron el poder con decencia y humildad.
Evoco la memoria de los obreros muertos en la Semana Trágica.
Evoco la memoria de los desaparecidos en la dictadura y los chicos de Malvinas.
Evoco la memoria de los muertos en la Embajada y en la AMIA.
Evoco la memoria de las voces marginadas, de los pobres y los excluidos.
Porque la memoria afirma la vida, y nos compromete con la humanidad.
Porque la memoria detiene cualquier abuso de poder,
otorga espíritu de resistencia y dignifica.
Porque la memoria rescata de la humillación y el exilio.
Porque la memoria exige que la autocrítica no sea mera disculpa
sino el ejercicio que nos ayude a retomar nuestros ideales como nación.
Invocamos a Dios
En esta celebración del Bicentenario, para que nos guíe y nos desafíe a seguir construyendo, a través de la memoria, un porvenir con un compromiso activo, de modo tal que los siglos nos vuelvan ejemplo de prosperidad, solidez, integración e integridad y que la gente diga con orgullo:
al gran pueblo argentino, Shalom.
Daniel Goldman, Rabino. Comunidad Bet El. Texto pronunciado en el Tedéum ecuménico de Luján el 25 de Mayo de 2010.
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