lunes, 30 de agosto de 2010

La Primera Guerra Mundial en color

Son sorprendentes las filmaciones en color de la Segunda Guerra Mundial, pero tal vez más la existencia de fotos color de la Primera, teniendo en cuenta que la Segunda, 21 años después, fue cubierta principalmente por fotos en blanco y negro:


Fotógrafos y su transporte (1914-1918)

Las primeras fotos de guerra llegaron de la de México contra EEUU y el sitio de Roma de 1849. Pero fueron las guerras de Crimea, la de la Triple Alianza contra Paraguay y la de Secesión de EEUU donde la fotografía nos legó muchas imágenes:


Guerra de EEUU contra México, 1846


Roger Fenton, Guerra de Crimea (1854-1856)


Así se desplazaban durante la guerra de Secesión, de la Triple Alianza y la de Crimea.


Batalla de Gettysburg, Pensilvania, 1863


Este es un fragmento de una foto titulada: "Octavo montón de cadáveres paraguayos" de Bate y Cia.

Esta imagen refleja daños que parecen de la guerra moderna, pero es la iglesia de Paysandú en 1865 bombardeada por la escuadra brasileña en la Guerra del Paraguay.

La Segunda Guerra fue ampliamente cubierta, pero el material pasaba por la censura militar. Muchas veces se habló del material de Robert Capa perdido en Omaha Beach en Normandía, mas seguramente ese material hubiese dormido en los sótanos de algún archivo aún en nuestros días. No se podían emitir imágenes que pusieran a los ciudadanos de EEUU en contra de la guerra, cuando a su vez se le pedía que compraran los bonos de guerra.


Joseph Rosenthal y Robert Capa durante la Segunda Guerra Mundial


El jeep fue el vehículo preferido por los corresponsales

Durante la guerra de Indochina en los '50 apareció una banda de fotógrafos que iniciarían la tendencia de aquellos que en los '60 y '70 cubrirían la guerra de Vietnam. Queridos por la tropa corrían sus mismos riesgos. Robert Capa muere en Thai Binh en 1954. La batalla de Dien Bien Phu en ese mismo año no tiene testimonios fílmicos y pocas fotografías. Lebon y Martinoff fueron bajas al día de llegar al valle y Camus y Schoendoerffer destruyeron el material antes de ser capturados por el Vietminh tras la rendición del campo atrincherado para evitar que sea usado como propaganda. De la mística de estos hombres y mujeres se nutrirían las agencias fotográficas como Magnum para encarar el trabajo de fotografiar una década dramática de la historia vietnamita, 1965-1975.


El capellán Chevalier y Jean Paul Corcuff en Indochina en 1953, a la derecha Jean Peraud.



André Lebon y Raymond Martinoff


Ellas también, Brigitte Friang en Dien Bien Phu, Indochina, 1953

Pierre Schoendoerffer y Jean Peraud en Dien Bien Phu, 1954

En los años '60 Associated Press no daba muchas vueltas para otorgar credenciales a fotógrafos que con un par de cámaras se subían a los helicópteros Huey y saltaban sobre una freidora hirviendo, donde las balas silbaban por todas partes, con el dedo en el disparador y la caca en la puerta.

Uno destacado fue el británico Tim Page. Con 21 años en 1965 ya empezaba a sacar las que serían de las mejores fotos del conflicto. Con su Leica con gran angular, sus fotos son reconocibles aún entremezcladas en libros o enciclopedias con las de otros fotógrafos. Sólo dejó Vietnam cuando un sargento hizo estallar una mina junto a él al bajar de un helicóptero y una esquirla de 5 cm se le alojó en su pierna.


Tim Page y Larry Burrows, Tim casi pierde la vida, Larry no tuvo tanta suerte.

La opinión pública estadounidenses junto a medios que eran contrarios a la guerra y difundieron las imágenes que venían sin censura de Vietnam lograron el efecto de siempre que eso pasa. La guerra mostrada como tal no es soportada por nadie.

Algunas imágenes de la Primera Guerra Mundial convencieron a muchos que esa sería la última de las guerras:


Cadáver sin cabeza en el frente rumano, Primera Guerra Mundial.

Por eso se hizo necesaria la censura. Por eso Omaha Beach y sus 10.000 bajas no podían ser mostradas. Primero porque mostraban a miles de hijos morir si la menor chance, como conejos, a 1.000 balas por minuto de las ametralladoras alemanas MG44 de los bunkers costeros y además uno de los tantos errores criminales del alto mando aliado.

Cuando George Bush padre salió a recuperar las inversiones extranjeras en Kuwait, porque los kuwaitíes le importarían un carajo, luego de la recuperación de un territorio que fue iraquí por parte de Saddam Hussein (todos tienen sus Malvinas y sus Galtieri), dejó algo en claro:

"La guerra del Golfo no va a ser otro Vietnam."

¿No habría civiles muertos, contaminación, violaciones, crímenes de guerra en general? No, nada de eso. Lo que no habría es ni periodistas, ni fotografos ni nada que jodiera. La guerra del Golfo nos llegó bajo el manto del bombardeo quirúrgico que no era tal, la explosión en blanco y negro de la cámara del misil y el video game verdoso de CNN desde el hotel con imágenes en visión nocturna de las trazadoras de los antiaéreos iraquíes.

Y los medios, ya vueltos corporativos, se comieron la censura de Bush calladitos. La de Irak fue después del 11 de septiembre del 2001. La autocensura pasó a ser un deber patriótico. En una época donde todo soldado tiene un celular con cámara o al menos la posibilidad económica de tenerlo, unas fotos de féretros de caídos en combate envueltos en la bandera, dispuestos en el piso de un transporte aéreo, le valieron su difusión el despido del que las tomó y su cónyuge.

En la guerra de Irak los medios aceptaron la censura y también la mayor mortandad de corresponsales de guerra. En la relación bajas sobre material obtenido con respecto a la de Vietnam y en plena era digital en la obtención y transmisión de las fotos, la de Irak debería haber llenado servers completos de material. Pero no. Cuando se filtraron las fotos de Abu Ghraib Rumsfeld dijo que fue lamentable que se tomaran. Cuando un soldado entrega material a Wikileaks termina preso. Así estamos, muy tecnológicamente ciegos.


La omisión en los medios, ya no sólo corporativos sino adquiridos por grupos pertenecientes al aparato industrial-militar, hace que las cosas no existan tanto, sobre todo si suceden lejos.

Así como Clarín defendió a los sojeros a partir de sus propias hectáreas cultivadas, esos medios se encargan de preparar a la opinión pública para que acepte conflictos a futuro los cuales les rendirán grandes ganancias a esos grupos, demonizando a los gobernantes de los países a invadir y si hace falta extendiendo eso a las propias sociedades de esos países o a las comunidades religiosas de decenas de países de distintas razas, culturas, idiomas y continentes.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente material gráfico y excelente entrada Che Genetic,como siempre por otra parte.
Muy bien 10 Felicitado.

G4þRI€L dijo...

Había vistos estas fotos hace un tiempo, son impresionantes como todas las fotos de corresponsales de guerra. La verdad que me parece mas cruel la guerra sin imágenes por que me parece que es peor para el que la sufre. Se me viene a la memoria el caso de Ruanda, creo que tuvo un millón de muertos o algo as en pocos días, además de miles de violaciones y torturas, sin embargo pasó casi desapercibido por la comunidad internacional ayudado seguramente por tratarse de un país africano.

Gabriel Pagani Lopez dijo...

La foto que muestran de Paysandú no es la guerra del Paraguay, era entre Blancos y colorados de Uruguay y los sitiadores apoyado por el imperio de Brasil.
http://paysandugpl.blogspot.com.ar/