Cada vez que sucede una catástrofe natural o EEUU despedaza algún país enseguida se habla de reconstrucción, aún cuando las bombas no paran de caer o la tierra de temblar.
El capitalismo encontró en esa palabra la posibilidad de negocios brillantes, donde se pauta reconstrucción por miles de millones y no se hace absolutamente nada, ganancia neta. Halliburton es el mayor representante de esta línea de negocios tan sabrosa.
Con Macri tenemos una muestra tamaño pulga de los que es lo privado puesto a gobernar, imaginen a Dick Cheney, cortador del bacalao de Halliburton, Secretario de Defensa de Bush padre y Vicepresidente de Bush hijo, dos períodos con tres guerras y en el medio Presidente Ejecutivo de Halliburton mientras gobernaba Clinton, período donde los perros de la guerra de la CIA pasaron a ser altos ejecutivos de las corporaciones, época donde los yuppies leían "El arte de la guerra" de Sun Tzu.
Recortes: El País.es
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