Qué manera de matar buena gente. Cuanta mente sana y clara murió bajo las botas sucias de sangre, tapados con hojas de diarios de directores cómplices que nada contaron ni dan cuenta. A no olvidar. Serían los hombres sabios de hoy, a los que ir a consultarles. Hijos de puta. Cómo duele. Escucho "Soplo Nuestro" de Aquelarre de 1972 mientras escribo. Igual mi cabeza pasó por el "Brindis por Pierrot" del Canario Luna, al que nunca lo puedo acompañar con la nota cuando brinda por Zelmar por puro nudo en la garganta.
viernes, 13 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario