sábado, 30 de octubre de 2010

EMBRAER 190: Las obras de nuestro querido gobierno son con K de Nesquik

El martes pasado volvía del Neuquén en un vuelo de Aerolíneas Argentinas. La ida desde Buenos Aires fue en un MD80, el mismo modelo en el que había viajado a Brasil en el '93. Que sea aeronáutico me agrega inquietudes técnicas en cada vuelo. La ignorancia es buena para la prevención de úlceras estomacales. 

Los aviones duran décadas bien mantenidos. Pero perdí la fe cuando las empresas aeronáuticas y las aerolíneas pasaron a estar en manos de CEOs financieros corporativos, los reyes de la bajada del costo, y no por los que tuvieron el sueño y se pusieron a hacer aviones, como sucedía hasta los '50.

Fue muy placentero ver en la pista el avión que me llevaría de vuelta, un Embraer 190, reluciente. Olor a nuevo. Pantalla LSD individual y además lo mejor, la visible mano de Cristina, podías ver a Capusotto y canal Encuentro entre muchas cosas más. Me vine cagando de risa con Violencia Rivas.

Apenas despegó me puse a ver el Alto Valle del Río Negro, que después de un año sin ir lo vi más próspero que nunca. Gral. Roca hierve, antes que se cocine del todo habría que cambiarle de nombre. Se está poniendo demasiado grande esa ciudad para llamarse así.

Y esa prosperidad me hizo pensar que durante el gobierno de Néstor insistía con viejos amigos aeronáuticos la necesidad de comprarle a Brasil todos los aviones que necesitemos. Ni a EEUU ni a Europa. Era estratégico hacerlo.  Que quede todo en casa.

Cuando lo anunció la Presidenta me alegró, pero los tiempos fueron más veloces que mis expectativas. Ya vuelan nuestros cielos.  Volaba con el culo puesto en una obra de gobierno concreta, tangible, casi tan instantánea como el Nesquik.

A los garcas les es aceptado viajar en ellos. Es más, son los que más los usan. En cambio Cristina para llevar a Néstor a Río Gallegos se fue en un Fokker F-28 que me llevó una vez a Córdoba en 1982. La elección del TC-55 fue por su puerta de carga lateral. Creo que no estuve más atento a unas turbinas desde que Cristina voló en un helicóptero Huey monomotor durante los incendios de pajonales, los días que en Buenos Aires los carteles de Prohibido Fumar daban risa. 

Ese día supuse que era decisión de Cristina hacerlo, que el encargado de mirar esos detalles sabía y le insistió hasta lo que la subordinación al cargo permite sobre que la Presidenta no debe volar en aeronaves de un sólo motor.

La flota de cabotaje presidencial debe tener su Embraer, los Fokker tienen 30 años de uso, pueden seguir volando, pero no deben llevar Presidentes.  De hacerse, ya imagino a los mismos garcas que hoy viajan en los Embraer de Austral y Aerolíneas, leer con cara de ojete en La Nación que Cristina "se" compró un avión.

2 comentarios:

Leguar dijo...

Te juro que cuando subían el cajón con los restos de Kirchner, pense que la presidenta iba a viajar en otro avión el Tango-01 x ejemplo.Cuando la ví que se subía al Fokker, dije nooo!
No te miento si te digo que estuve cortado bulones con el recto hasta que aterrizó el avión en Río Gallegos.
Fueron 3 horas en las que estuve sinceramente preocupado.
Como vos decís, la presidenta no debe viajar en esos aparatos tan jovatos.
Dicho sea de paso, el lunes pasado, me dí una panzada de helicópteros, cuando vino Cristina a Pilcaniyeu.
Lo que más me gustó, fué el Sea King de la armada que apareció una hora antes con todos los chabones de la seguridad.
Después la presidenta vino en un helo que no puedo identificar. Uno Verde metalizado y blanco, que ya uso para la cumbre de UNASUR y que el día anterior descargaron de un C-130. Será un augusta??

Che Genetic dijo...

Estuve igual que vos. Puede ser que el helicópetro que mencionás sea un Eurocopter as350 Ecureuil de Gendarmería y seguro que debe ser la versión monomotor.

No es paranoia, es que si hablamos de cuidar hay que mirar estos temas.

Abrazo