Nadie lo saludó así. Para casi todos fue como despedirse para siempre. Pero el veterano se plantó firme frente a Néstor y lo que siguió fue el saludo de un soldado a otro. El que se da cuando se ha visto la muerte con el rabillo del ojo sentada al lado de uno. El soldado saluda a su camarada muerto con la certeza de saber que simplemente partió antes hacia donde se van a encontrar todos.
Y ese lugar no se trata del cielo de Dios sino del cielo de hermanos. Se vio en la televisión y seguro aparecerá en la mediateca extraodinaria que desde nosotros, pequeños, con nuestros videos de homenaje hasta los que el dolor y el talento de Tristán Bauer nos regalen, serán para las generaciones futuras mejores verdades que la de los libros de Historia Argentina mitristas con que se crió la mía.
1 comentario:
Che Genetic, hoy es un día en que siento ese verdadero vacío que produce tomar conciencia de esta realidad.
Lo que sucedió a partir de la muerte física de Néstor, es algo similar a lo que dijiste aquella vez en el Bicentenario, aunque nosotros lo sabíamos, no suponíamos la magnitud.
La respuesta del Pueblo sorprendió a muchos por sobre todo a los gorilas vendepatria,
nosotros nos sorprendimos a nosotros mismos.
Un abrazo grande.
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