lunes, 15 de noviembre de 2010

Madame Pérez Tamayo, Aerolíneas, Austral y aquellos viejos puteríos

Este reportaje de Magdalena Ruiz Giñazú en Perfil es del 3 de agosto del 2008. Tamayo tiene en mérito su lucha contra Marsans, que entre otras cosas hizo que si ibas a Europa con Aerolíneas Argentinas aterrizaras con cubiertas nuevas, pero cuando volvías aterrizabas en Ezeiza con telitas de cebolla y rogar que tu avión no hiciera una escala de emergencia sometiendo esos neumáticos a un segundo aterrizaje. Eso es criminal, pero también es corporativo empresarial, a veces no hay diferencia.


En este reportaje de Perfil Magdalena Ruiz Guiñazú recurre a Tamayo como accidentólogo aéreo todo terreno.  Alguien de consulta para A.R.A. Magdalena.

Que el día del cierre de Aeroparque este tipo haya armado el quilombo que armó, en mi reacción de arrebato, le cancelo la licencia de vuelo. ¿Cómo? Inhibiendo cualquier dejar pasar que ocurra, y ocurren, en los exámenes médicos de los pilotos.  Eso si es necesario, claro. Tal vez la legislación contemple sanciones a pilotos que establecen conflictos en su proceder con sus colegas de otras compañías.

Porque lo del otro día en Ezeiza fue un puterío entre pilotos de Aerolíneas y Austral de muy vieja data. Que sea entre gremialistas y entonces se hable de un problema gremial no le quita ni un gramo de putez. Viene de cuando eran compañías con diferentes patrones, cuando un billete de Aerolíneas no podías cambiarlo por uno de Austral, tal vez antes de la primera masturbación de Jorge Pérez Tamayo. 

De la época que en Austral te daban caramelos masticables con un pingüino en el envoltorio:

  BAC 111 de Austral en 1970

Y continúa en la época que tuvimos un pingüino que era un caramelo:

 Embraer 190 de Austral en 2010

Que los pilotos se estén bajando de los aviones entre ellos es de la escuela secundaria. Unos pelotudos. Sin embargo uno los ve y para ferchos que llevan gente de un lado al otro, destilan cierta aristocracia adornada de cortesanas. 

Entre los técnicos de las dos empresas, más allá del River-Boca omnipresente en todo, no existe en forma vertebral el desprecio y la rivalidad bataclana de los pilotos.

Si la Presidenta confía en él para manejar el avión en que viaja uno debería entender que sacarle la licencia es contrariar su criterio. Pero me viene una anécdota de Lorenzo cuando asumió como D.T. en un equipo italiano lleno de conflictos. Los formó en el cesped y buscó los ojos de miradas más jodidas. A esos les cortó la cabeza. No sabía ni quiénes eran ni cuanto influían en los conflictos. A los demás se les "acorderó" la mirada.

En este caso está un poco más claro quien es el quilombero mayor. Tal vez pueda cumplir mejores tareas en tierra y así no complicar el tráfico aéreo. Algunas cabezotas tienen que rodar para terminar de una vez con la vieja historia de los pilotos de Aerolíneas y Austral. Se los pidió la Presidenta cuando llegaron los primeros Embraer: No hagan huelgas al pedo. En otras palabras, claro. 

La rivalidad se traspasó a nuevas generaciones de pilotos. Si te bajan de un avión de Aerolíneas a Europa por ser piloto de Austral, se te producen esos rencorcitos para toda la zafra.  Lo que deben entender los pilotos que las dos empresas responden al mismo patrón ahora: Nosotros, el pueblo, de los cuales un mínimo puede acceder a tomar un avión, por lo cual es necesario bajar a un mínimo las pelotudeces.


1 comentario:

gem dijo...

No solo bajan viniendo de europa a los pilotos, tampoco quieren llevar a los que tenemos pasajes depues de haber volado mas de 33 años, tbn lo hacen con mecánicos o cualquiera q tenga codigo de Austral, los de Austral son tan forros como ellos, una pelea absurda y sin sentido, como la del congreso el pasado miércoles, impiden para mostrar q pueden hacer daño. Tenés razon pero la consigna en los años 70 era de Reynal que como a los comandantes les daba acciones de la Cia cuando ascendian, ellos se sentian empresarios, es largo de contar, hay mucha historia con esta riña.