miércoles, 1 de junio de 2011

Del Graf Zeppelin a Macri: Mis viejos no salen del asombro

Mis viejos tenían 9 y 6 años cuando el Graf Zeppelin sobrevoló Buenos Aires y se lo acuerdan. Fue mágico. Algo enorme que cruzaba el cielo en 1934. A sus 19 mi viejo volaba de copiloto en un Focke Wulf 44 biplano, de madera y tela. Mientras en el cine los dos veían los noticieros de la Segunda Guerra Mundial, con los Spitfire y los misiles V1 y V2. Andaban en tranvía, en colectivo, pocas veces en taxis y los fines de semana se iban a Punta Lara en tren y bañadera.

Con felices 46 y 43, ya con nosotros en Flores vimos sobrevolar al Concorde, en su visita en vuelos de prueba. Me recuerdo en la vereda con 8 años, mis viejos en el jardín que daba a la calle, todo parte del mismo territorio que era La Cuadra. Gritamos todo, la máxima tecnología aeronáutica ante nuestros ojos. En mi recuerdo la imagen es similar a esta:

Un par de años antes, todos delante de la TV blanco y negro a válvula con estabilizador de tensión de 10 kilos y puntito de apagado eterno veíamos al Apolo 11 despegar rumbo a la Luna. 

Luego con Mónica Mihanovich vimos como el hombre pisaba suelo lunar o lo que sea que haya sido, nosotros creímos:

Eran años donde para ir a la Costa las alternativas eran el Expreso Buenos Aires con motor delantero y su luz azul, la Río de la Plata con motor trasero y la vertiginosa Costera Criolla, con fama de pisteros. Todas "rompían pallier" y no era raro quedarse tirados en la Ruta 11. Revolucionario fue cuando aparecieron los micros "Camello" llegando al éxtasis del "Doble Camello". En Aerolíneas Argentinas los Comet 4, que habían sido los primeros reactores de pasajeros en Sudamérica, dejaban paso a los Boeing-707 y más tarde al B-747 "Jumbo".

Ya casi no quedaban colectivos Bedford ni Mercedes 911 de radiador grande, la ciudad se poblaba de Mercedes 1112.

Mis viejos, ya en sus 50, se asombraron de ver a un "Jumbo" con un transbordador a cuestas:

Y antes de llegar a sus 60 lo vieron partir al espacio en 1981, década siguiente en la ciudad los micros frontales se terminarían imponiendo:

Hoy, los dos con ochenta y pico, contemplan, atónitos, extasiados de innovación, el Metrobus de Macri:

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