En Bengasi el CNT/OTAN dio como plazo el 11 de noviembre para que los negros del Chad y otras naciones africanas abandonen el territorio. Lejos quedaron los días donde la cadena de medios informaba sobre "mercenarios negros" contratados por Khadafi. De allí en más todo negro en Libia era mercenario, sea de los tantos que emigraban a Libia en busca de empleo en la prosperidad económica de la Jamahiriya o negros libios que, la prensa como El País, parecía desconocer su existencia.
Hoy esos mismos medios nada informan sobre los mercenarios de Qatar y occidentales que participan del genocidio libio. África tuvo su apartheid en el sur, hoy lo tiene al norte y siempre Occidente participa.
Que aparte de la responsabilidad de Obama, negro y de los qataríes, árabes, sea un judío nacido en la Argelia colonial francesa, Bernard-Henri Lévy, conocedor de las persecuciones a su propio pueblo, el ideólogo de Sarkozy para este genocidio, deja pequeña a la palabra paradoja. Porque estamos hablando de África en donde Occidente ayuda a que no puedan vivir los seres humanos de piel negra, que hasta hace relativo poco tiempo, el hombre blanco los consideraba menos que monos, los cazaba y los vendía como esclavos, mano de obra que ayudó al estado de bienestar de países como EEUU y Francia.
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