Para cualquiera que haya participado de una marcha debe notar que es extraño ver nucas y carteles. Normalmente son caras y carteles. Las únicas caras que podrían verse, los que parecen guiar la marcha desde los laterales, las han tapado.
¿Quiénes?¿El fotógrafo?¿El corresponsal? Desde Libia ya no se sabe si son periodistas o agentes de información, como los corresponsales de BBC, CNN y FOX News desde el hotel Rixos en Trípoli pasando data a la OTAN en Nápoles. Han puesto en peligro esa leve protección que tenía el corresponsal de guerra en medio de un combate. Para cada bando de próximas guerras, un periodista podrá ser considerado un informante del enemigo. El accionar de las corporaciones dueñas de los grandes medios con la OTAN en Libia fue el gran nuevo paso hacia el fin del periodismo.
Tal vez taparon las caras en el oficinas de Reuters. O tal vez así se las entregó la OTAN. A esta altura no se le puede creer nada a los mensajeros corporativos. Lo de Libia fue demasiado obvio como para que lo repitan en Siria casi al otro día. Esta foto fue publicada por diario ABC.es de España, miembro de la OTAN.
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