Cuando se va de visita a París, en la Plaza de la Concordia, se puede ver un obelisco egipcio robado por Napoleón. En Holanda la cosa es más humilde. El corresponsal Harald Doornbos se robó 18 kilos de fotos y otros objetos de la residencia del líder libio Muammar Khadafi y se lo llevó a Holanda.
El delincuente tiene su propio museo. Holanda es parte de la OTAN e intervino militarmente en Libia apenas iniciada la invasión. En marzo capturaban en territorio libio un helicóptero holandés y a su tripulación:
Si periodistas de la BBC, Fox News y CNN pasaron información de inteligencia desde el hotel Rixos en Trípoli a la OTAN, la actuación de Doornbos no necesariamente haya sido muy diferente.
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