Manifestantes de la ciudad de Nantes expresan bien claro lo que piensan. Los miran dos jubilados y al fondo un grupo de policías. A los pies de Marianne un citoyen, un ciudadano que se siente tratado como un perro, un chien. Al rescate de Marianne salieron las nuevas generaciones, prometiéndole a sus padres de cuarenta y cincuenta y pico, antes de salir a la calle, que darán todo para que se puedan jubilar a los 60 años.
Fotos: Abrahim para l'Humanité
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