Para cuando Boeing empezó a fabricar el 737, hace décadas, las piezas del fuselaje se hacían a mano y los ajustes de los desajustes lógicos se rellenaban.
Con el tiempo Boeing lanzó el nuevo 737 New Generation, cuyas piezas estructurales serían fabricadas por controles numéricos comandados por computadoras. Esta mayor precisión certificaría al avión para volar a mayor altitud y transportando mayor peso.
Pero unos empleados de Boeing notaron y denunciaron que esa precisión no existía a pesar que la empresa Ducommun, a la que Boeing tercerizó la fabricación de las piezas, ofrecía por contrato esa calidad.
Cuando auditaron a Ducommun vieron con horror que los empleados fabricaban las piezas a mano. Internamente Boeing anunció el fin del contrato con Ducommun, pero otro empleado denunció que las piezas para el armado de aviones seguían llegando de allí.
La autoridades federales desestimaron las denuncias y los dos empleados fueron echados.
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