La prueba nuclear francesa "Gerboise Verte", el segundo ensayo francés de superficie en Argelia, se hizo a las apuradas. Fue el 25 de abril de 1961. En trincheras demasiado cercanas a la explosión estaban los legionarios del 5º Regimiento de Infantería de la Legión Extranjera.
En esos años ya había bajado el porcentaje de alemanes del 70% que se mantenía desde 1945, pasando de bandas de SS y Wehrmacht que desde sus 19 años sólo habían hecho la guerra a jóvenes alemanes que se alistaban para huir de los soviéticos, del hambre y la devastación de Alemania. Las oficinas de reclutamiento de la Legión en las ciudades alemanas ocupadas los esperaban.
Había muchos españoles también. Salir de la España de Franco hacia Francia siendo varón y joven significaba para los gendarmes franceses de la frontera carne para la Legión. Firmaban por 5 años o los mandaban de vuelta a España. Entrenamiento en el desierto de África del Norte y enviados al barro, la humedad y los arrozales vietnamitas.
Los pocos que volvieron más los que se fueron sumando en la guerra de Argelia desde 1955 y sobrevivido a ésta ocupaban las trincheras esperando por la explosión. No lo sabían, pero estaban por ser radiados lo suficiente para que una jauría de cánceres se los coman durante el resto de sus vidas. El morir pour la France lo habían creído más heroico o tal vez miserable pero por lo menos más rápido y a manos del enemigo.
Supieron al entrar a la Legión que eran carne al servicio de Francia. Que serían los primeros en ir al frente y los últimos en dejar una posición, después de morir, claro. Era el precio a cambio de una patria para los errantes de las guerras. Legio Patria Nostra. Se les pedía que mueran por Francia, ellos lo hacían convencidos que morían por la Legión.
Pero la Legión tenía un lugar para esa patria y era Argelia, en Siddi-Bel-Abbes su base principal desde la conquista en el siglo XIX. Mientras el 5º estaba por ser rostizado en Reggane, al sur de Argelia, el 1er Regimiento Extranjero de Paracaidistas se ponía del lado de los generales golpistas en Argel, Raoul Salan, Maurice Challe, Edmond Jouhaud y André Zeller.
Hélie Denoix de Saint-Marc al frente del 1er REP
Raoul Salan
Maurice Challe
Edmond Jouhaud
André Zeller
En 1961, cuando en Argentina estábamos con los azules y colorados en Francia andaban con golpes militares, cívico-militares para ser exactos.
De Gaulle, quien volvió al poder impulsado en un cuasi golpe militar desde Argelia, donde los parisinos estaban atentos al cielo pues los paracaidistas vendrían en cualquier momento, resolvía negociar la independencia de Argelia con el FLN argelino. Muchos militares en Argelia se sintieron traicionados, para ellos Argelia era francesa. Contaban con el apoyo de Maurice Papon, ex colabo de la Gestapo y jefe de la policía de París en 1961 y de muchos civiles de la clase alta francesa.
El 23 de abril se levantaron los generales en Argel, el 25 detonaron de prisa la bomba atómica. De Gaulle dio la orden para que no caiga en manos de Salan y convertirlo en un golpista nuclear.
La falta de apoyo de otras unidades hizo fracasar el golpe. Los generales serían condenados. Muchos escaparían a España, Salan ya la había usado de refugio y Franco ayudaba con gusto a los militares de derecha franceses y además con tradiciones coloniales norafricanas. En la clandestinidad formarían el OAS, quien atentaría contra De Gaulle sin éxito.
Si la guerra de Argelia fue sucia la del OAS contra los paramilitares enviados en su contra por De Gaulle fue siniestra extrema. La Unión Corsa, a cambio de ciertos manejos en el puerto de Marsella cedidos por París, actuó contra la OAS en su estilo, afilado.
Los generales y mandos golpistas fueron indultados, todos entre 1965 y 1966. Finalmente a Salan le fue devuelto su grado militar y honores en 1982 por parte del Presidente Mitterrand, quien como ministro en 1955 había dado órdenes a los militares de solucionar el levantamiento argelino a como de lugar. En eso estaba Francia pocos años antes del Mayo del '68.
Los legionarios del 5º fueron radiados otra vez en las pruebas subterráneas en Argelia hasta la última, días antes de formalizarse la independencia de Argelia acordada meses antes. Luego volverían a ser radiados cuando Francia probó 46 bombas nucleares, una más fuerte que la otra, en uno de los lugares más bellos de las tierra, la Polinesia.
Recién en el 2009 Francia cedió a los reclamos de los veteranos, los pocos que quedaban recibirían una indemnización de risa 50 años después. Con respecto a las poblaciones civiles afectadas en Argelia y la Polinesia tal vez en el 2050.
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